Del 6 al 10 de septiembre, se lleva a cabo en la hermosa isla coreana de Jeju, el Congreso Mundial de la Naturaleza 2012, que contará con la participación de unas mil organizaciones llegadas de aproximadamente 180 naciones. Es la mayor reunión internacional sobre asuntos medioambientales, en la que los presentes discutirán políticas para la preservación de la naturaleza. ¿Porque qué habrán elegido celebrar la presente edición en la isla coreana de Jeju? Razones hay de sobra. Es uno de los pocos lugares del mundo en el que el hombre y la naturaleza conviven armoniosamente.



Flores de colza de un amarillo intenso en primavera… aguas cristalinas en verano…. interminables carrizos de tinte dorado en otoño… y densa nieve como campos de flores en el monte Halla en inverno… Estos son los encantos naturales con los que Jeju obsequia a sus visitantes. Indudablemente, es un destino perfecto a visitar cualquier época del año. Además, Jeju es la única isla del mundo con triple corona. Fue incluida por la UNESCO - la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura- en su lista de Reservas de la Biosfera, Patrimonio Natural y Geoparque, por su hermoso entorno natural.



La isla de Jeju se creó en la era cenozoica, hace 300 mil años. Una erupción subacuática dio lugar a la isla, así como a al monte Halla y el macizo Seongsan Ilchulbong que en español quiere decir “pico del amanecer”. En un principio, en tiempos remotos, esta era una tierra sin vida y llena de oscuridad. Pero con el paso del tiempo, las lavas ardientes fueron enfriándose dando paso a una gran variedad de fauna, hasta convertirse hoy día en un entorno natural con un característico color verde.

Jeju es una isla en la que el hombre y la naturaleza conviven armoniosamente. Granos, agua, tierra y piedras dan de comer y permiten construir casas a los habitantes. Todos estos valiosos recursos y el hombre tienen un punto en común: nacieron de la misma tierra. Es por este motivo que los residentes de Jeju piensan que en todo hay un Dios, ya sea en un árbol, en el césped o en una roca. Llaman a su propia isla la “tierra mítica”. Jeju es una isla bendecida, en la que el hombre y la naturaleza conviven armoniosamente. Los residentes son un ejemplo de la convivencia y la preservación del hábitat ecológico, y esta es la razón por la que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ha elegido a Jeju como la sede de su Congreso Mundial 2012.