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Programas Especiales

PROGRAMA ESPECIAL DE AÑO NUEVO «Lee Jung Seop, pinceladas de ilusión sobre un lienzo de anhelos»

2016-01-04

Lee Jung Seop fue un verdadero genio y pionero del arte contemporáneo de Corea que nació en 1916 y falleció en 1956. En 2016, con motivo del centenario de su nacimiento, se organizarán exposiciones, obras dancísticas, seminarios, operetas y obras teatrales a fin de recordarle. ¿Cómo habrá sido este pintor y sobre todo cómo habrán sido sus brevísimos cuarenta años de vida para que tanta gente le recuerde y le admire aún hoy?



Lee Jung Seop nació el 16 de septiembre en el seno de una familia de terratenientes de la localidad de Pyeongwon de la provincia de Pyongan del Sur, actual Corea del Norte. A los cinco años, cuando falleció su padre, la familia se trasladó a Pyongyang, a casa de sus abuelos maternos. Allí tuvo la oportunidad de visitar las tumbas antiguas de Goguryeo y frecuentar el atelier del padre de su amigo de la escuela, el actual pintor Kim Byeong Ki, gracias a lo cual fue abrigando el sueño de convertirse en artista. Y ese sueño se iría materializando al conocer en la escuela preparatoria de Osan a su gran maestro, el pintor Lim Yong Ryeon, un artista con fuertes raíces nacionalistas que le enseñó a reflejar metafóricamente el sentimiento nacionalista en sus obras.
En 1935, Lee Jung Seop fue a Japón para profundizar sus estudios en Bellas Artes, adoptando las nuevas corrientes artísticas de Occidente pero al mismo tiempo creando un mundo artístico típicamente coreano en armonía con lo moderno. En 1938, un trabajo de este pintor fue premiado por la Asociación de Pintores Libres y a partir de este reconocimiento sus trabajos acapararían la atención del sector artístico japonés. Asimismo, en este tiempo conocería a su esposa, Yamamoto Masako.
En 1943, Lee Jung Seop abandonó Japón en vistas al peligro que suponía el estado de guerra en el que se encontraba dicho país y regresó a Wonsan junto a su familia, pero continuó manteniendo comunicación con Masako que se quedó en Tokio, a través de postales dibujadas por él mismo y que constituyen en sí verdaderas obras de arte.
Tiempo más tarde, Masako abandonó su patria natal para contraer matrimonio con Lee Jung Seop, quien le dio el nombre coreano Lee Nam Deok.



Sin embargo, la felicidad no duró mucho. La Guerra Coreana desatada en 1950 obligó a que la familia del pintor a abandonar todo lo que tenía para escapar hacia el sur de la península, llegando primero a Busan hasta instalarse finalmente en la isla de Jeju. La familia de Lee Jung Seop vivió en Jeju durante aproximadamente un año y pese a la pobreza, fue el periodo más felíz y tranquilo de sus vidas. De este periodo datan obras tales como , , o las cuales tienen como denominador común el bello paisaje isleño y sus hijos jugueteando cerca del mar.
En 1951 la familia Lee abandonó Jeju ante la posibilidad de regresar a su pueblo natal dirigiéndose primero a Busan, pero en dicha ciudad, las esperanzas quedaron frustradas ante las dificultades económicas que tuvo que afrontar, por lo que finalmente, Lee Jung Seop decidió enviar a sus hijos y esposa a Japón, quedando solo y pasando por las más crudas penurias y soledad. Las cartas que enviaba a su familia en este periodo solían incluir dibujos alegres y llenos de felicidad, totalmente ajenos a la triste realidad que vivía. Por otra parte, mientras trabajaba como obrero de muelle, aprovechaba cada instante y lugar para dibujar sobre cualquier superficie que encontrara, desde papel metalizado y cajetas de cigarrillo hasta trozos de cobertores para piso y con ello amplió el espectro de materiales usados en el arte

Aún pasando por los estragos causados por la Guerra de Corea, Lee Jung Seop sublimó la miseria y la soledad que sufría en sus obras maestras. En 1953 el pintor se trasladó a Tongyeong, en donde permaneció por un tiempo en la Academia enseñando a los aprendices. Durante los dos años que permaneció en esta ciudad produjo un total de 35 obras, de las cuales destacan , , .
En 1954 el artista se estableció en Seúl y en enero de 1955 organizó su primera y a la vez última exhibición individual en la galería de arte Midopa para la cual creó 41 óleos, un dibujo en lápiz y diez bosquejos. El éxito del evento no repercutió positivamente en la vida del pintor, que seguía tan pobre como siempre, ya que aunque mchos de sus trabajos se habían vendido, no ingresaba el dinero y lo poco que recibía servía para saldar las comidas o bebidas de sus amigos más pobres. Finalmente, el 6 de septiembre de 1956, a la joven edad de 41 años, Lee Jung Seop dejó este mundo, en la más absoluta soledad.
En la década de 1970, a partir de la organización de una exhibición realizada en la Galería de Arte Hyundai de Seúl su nombre volvió a ser mencionado como un pintor emblemático del pueblo coreano.
La vida de Lee Jung Seop transcurrió paralelamente al periodo más oscuro de la historia contemporánea de este país: la dominación japonesa, la Guerra de Corea... Pero en contraste, sus obras están llenas de luz, de energía, de esperanza. Al igual que los bueyes que inspiraron muchas de sus pinturas, este artista se mantuvo perseverante y, en silencio, se dedicó de lleno al arte, volcando en cada obra pinceladas de esperanza. Era un pintor que llenaba de alegría y buen humor sus cuadros, por más dura, dolorosa y triste que fuera la vida y con ello nos sigue haciendo soñar el mismo sueño utópico que abrigaba en su corazón.


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