La fuerte confrontación entre el Ministerio de Justicia, a cargo de la ministra Choo Mi Ae, y la Fiscalía, representada por el fiscal general Yoon Seok Youl, prevaleció durante todo 2020, provocando un hecho sin precedentes en Corea del Sur: la suspensión del fiscal general. Las razones del desencuentro fueron ciertas investigaciones que Yoon abrió sobre temas “altamente sensibles”, con algunos apuntando a personalidades clave del oficialismo, y también la reforma de la Fiscalía en sí, que sigue siendo motivo de controversia, pues supone la cesión parcial a otras entidades de sus facultades de investigación, muy criticadas desde hace tiempo por concederle una autoridad casi omnipotente al impartir justicia.
En concreto, la ministra de Justicia, que defiende la existencia de mecanismos democráticos de control sobre la Fiscalía, chocó con el fiscal general, determinado a mantener la independencia y neutralidad política de la entidad a su cargo.
El prólogo del conflicto entre ambos fue la reorganización de la cúpula de la Fiscalía que la ministra llevó a cabo a comienzos de este año, poco después de asumir el cargo. Sin embargo, no solo sustituyó a fiscales en puestos clave, sino que también usó la potestad conferida en su persona para intervenir en casos susceptibles, además de quitar al fiscal general el control de las investigaciones. Asimismo, tildó de carentes de neutralidad política las investigaciones que la Fiscalía inició sobre las sospechas de injerencia oficialista en las elecciones a la alcaldía de Ulsan en 2018, y también sobre los datos manipulados del reactor atómico Wolseong-1, caso que directa o indirectamente afecta a la política antinuclear del actual gobierno.
Esta serie de medidas adoptadas por la ministra de Justicia, Choo Mi Ae, fue suficiente como para provocar descontento entre los fiscales, muchos de los cuales manifestaron expresamente su rechazo.
Pero aún en este clima, el partido en el poder The Minjoo, impulsó y aprobó en el Parlamento dos leyes fundamentales para la reforma de la Fiscalía, como son las que permiten una redistribución de potestad entre dicha entidad y la Policía, y el estatuto de la Oficina de Investigación sobre Corrupción de Altos Cargos.
El conflicto entre Choo y Yoon por el momento resultó en la suspensión de dos meses del cargo contra el fiscal general, sin embargo esta sanción disciplinaria fue impedida por el Tribunal de Seúl a partir de una petición presentada por el propio Yoon, llevando a la situación hacia una dirección totalmente imprevisible. La mayor paradoja en cualquier caso, es que Yoon Seok Youl ha logrado un considerable apoyo popular, que podría elevarlo como posible candidato a las próximas presidenciales.

Photo : YONHAP News

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