El último día de 2012, se abrió un nuevo horizonte para la televisión surcoreana.
Exactamente a las 4:00 de la mañana del 31 de diciembre, la televisión analógica terrestre llegó a su fin y fue relevada por la digital; como resultado de un largo y duro proceso, plagado de controversias y conflictos.
El primer problema que dilató la transición de la televisión analógica a la digital, fue el método de emisión; sobre el cual las opiniones del sector académico, de la industria y de las organizaciones civiles, chocaron frontalmente. La lucha fue principalmente entre unos, que apoyaban el método estadounidense, y otros, que abogaban por el concepto europeo. Al final, tras cinco años de arduo debate, se adoptó como estándar en noviembre de 1997, el método ATSC de Estados Unidos.
Cerrada dicha etapa inicial, comenzó la fase de implementación; y la televisión digital terrestre fue emitida por primera vez en octubre de 2001 en Seúl y alrededores; y posteriormente difundida en 2006 a otras regiones de Corea.
Años más tarde, en 2008, se promulgó la ley especial para la conversión digital de la televisión terrestre. Conforme a ella, empezaron los ajustes necesarios para la interrupción de las emisiones televisivas analógicas.
En un principio, el gobierno surcoreano pretendía suspender las transmisiones de televisión analógica terrestre de forma simultánea a nivel nacional. No obstante, cambió de plan, considerando el caos que podría generar el cese abrupto de tales emisiones.
Así, la televisión analógica dejó de ofrecerse gradual y progresivamente, empezando por Ulsan, donde esas transmisiones expiraron en agosto. La última región en la que la televisión analógica terrestre sufrió un “fundido a negro”, fue el área capitalina, a las 4:00 de la mañana del 31 de diciembre, lo que permitió completar la digitalización de la señal televisiva en Corea del Sur.
Para un proceso más eficiente de conversión analógica-digital, el gobierno surcoreano concedió diversos tipos de subvención y apoyo a las familias, potenciales víctimas del cese de la televisión analógica; como instalación de antenas y conversores, o ayudas financieras para adquirir televisores digitales.
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