Pyongyang anunció oficialmente el traspaso del poder a Kim Jong Un, hijo menor del actual dirigente comunista Kim Jong Il.
El acontecimiento que formalizó la sucesión hereditaria fue la Convención de Representantes del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte, celebrada el 28 de septiembre. En la misma Kim Jong Un fue nombrado vicepresidente del Comité Militar Central del partido norcoreano.
De este modo, la Convención de Representantes del Partido de los Trabajadores de este año marcó un hito en la historia política de Corea del Norte al reconocer al hijo menor de Kim Jong Il como el próximo número uno del país. La reunión llamó aún más la atención a convocarse después de 30 años de ser un órgano inactivo carente de influencia.
Corea del Norte es el único estado comunista en el mundo en que el poder pasa a la tercera generación de una misma familia, algo sin precedentes en la historia tanto moderna como contemporánea de la humanidad.
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