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Los restos de Hong Beom Do, un héroe del movimiento independentista de Corea contra el colonialismo japonés, llegaron el 15 de agosto a Corea del Sur desde Kazajistán. Así, el pueblo coreano fue testigo esta semana del “retorno del general” y del entierro en el Cementerio Nacional de los restos de uno de los independentistas más célebres en el país, cuyos mayores logros fueron las victorias protagonizadas en la batalla de Bongo-dong y de Cheongsan-ri contra las tropas coloniales de Japón.

Los restos de Hong Beom Do fueron repatriados en un avión de transporte militar. Tras despegar en Kyzyl Orda, localidad donde estaban enterrados en Kazajistán, el avión dio tres vueltas sobre el cielo sobre ese país de Asia Central, mientras que al entrar en la zona de identificación de defensa aérea de Corea fue custodiado por seis cazas de la Fuerza Aérea surcoreana, gesto de máximo honor y respeto. Ya en la Base Aérea de Seúl, donde aterrizó el avión transportador, los restos fueron recibidos por el presidente Moon Jae In, la primera dama, el ministro de defensa y otros altos cargos del Gobierno. Finalmente, y tras dos días de homenaje, los restos fueron enterrados el día 18 en el Cementerio Nacional de Daejeon.

Hong Beom Do nació en 1868 en Pyongyang. Inspirado por el movimiento popular por la independencia de Corea surgido en 1907 en toda la península coreana, formó su propio grupo y desplegó una guerra de guerrillas contra el Ejército japonés. Después de que Japón anexara a Corea a su territorio de manera forzosa en 1910, el general se exilió en Manchuria y se dedicó a formar soldados, hasta que en 1919 fue nombrado comandante del Ejército de Liberación de Corea.

La batalla más famosa liderada por Hong Beom Do fue la batalla de Bongo-dong de 1920, que ganó pese a una clara inferioridad frente a Japón en cuanto a armas o volumen de efectivos, matando a 120 soldados. Otra representativa lucha armada de Hong fue la batalla de Cheongsan-ri, donde colaboró con el general Kim Jwa Jin, otra personalidad de gran relevancia del movimiento independentista de Corea. En ella, las tropas del Ejército de Liberación coreana apenas llegaban a la mitad de las japonesas, formadas por unos 5.000 soldados, pero obtuvieron una rotunda victoria. Entre las fuerzas japonesas, murieron unos 1,200 hombres, y más de 3.000 resultaron gravemente heridos.

La repatriación de los restos de Hong Beom Do refleja la voluntad de Corea del Sur de mantener su legado. Además, al coincidir este hecho con la visita del presidente de Kazajistán, que trajo consigo la tierra de la tumba del general en Kyzyl Orda, podría decirse que el héroe independentista acercó a ambos países, entablando un lazo muy especial.