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Mientras prosiguen los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022, esta semana culminaron todas las competiciones de patinaje de velocidad en pista corta, modalidad en la que Corea del Sur mostró nuevamente su estatus como una de las potencias del mundo en dicha modalidad deportiva, al conseguir dos medallas de oro y tres de plata. La selección nacional obtuvo un total de cinco metales, registrando el mejor resultado entre las naciones participantes en pista corta. Por detrás de Corea del Sur se posicionaron China y Holanda con cuatro medallas en total: dos medallas de oro, una de plata y otra de bronce.

El logro de los patinadores surcoreanos en estas olimpiadas invernales es especialmente emotivo y conmovedor, tras la polémica surgida en las primeras carreras de patinaje sobre pista corta, donde decisiones dudosas de los árbitros a favor de los deportistas del país organizador -China- empañaron los resultados de otros deportistas, incluidos los surcoreanos. De hecho, las preseas doradas del equipo chino en estos Juegos Olímpicos fueron obtenidas en una prueba donde descalificaron “no muy claramente” a dos surcoreanos. En otras palabras, no hubo más oro para los chinos cuando países como Corea del Sur y Hungría protestaron públicamente ante la Unión Internacional de Patinaje sobre Hielo contra la decisión del árbitro, y empezó a disminuir el “favoritismo” hacia el equipo de casa.

En cambio, el rally dorado para Corea del Sur comenzó entonces, siendo las máximas estrellas del torno Hwang Dae Heon, quien se adjudicó el oro en 1.500 metros masculino, y Choi Min Jeong, que se proclamó campeona olímpica también en la misma modalidad, pero en categoría femenina. En particular, Choi se convirtió en medallista de oro por segunda edición consecutiva, repitiendo su hazaña de PyeongChang 2018, y los patinadores surcoreanos corroboraron una vez más que son los mejores sobre la pista corta.