El makgeolli es el licor más antiguo en la historia de Corea. Tiene un color blanco lechoso y su graduación alcohólica es sólo de 6 o 7 grados. Se hace a base de arroz, que se cuece al vapor y se deja secar. Luego se agrega agua y levadura para se fermente la mezcla. El licor obtenido de este modo se caracteriza por ser dulce, ácido y amargo a la vez. El nombre de makgeolli quiere decir en coreano “colado de forma tosca” y a eso se debe que tenga ese color lechoso y esa textura espesa. Esa tosquedad y simpleza prueban que es el licor más antiguo y más consumido por los coreanos a lo largo de su historia. El makgeolli tiene todas las características de los licores básicos y elementales. Todos sus ingredientes son todavía frescos, por lo que conservan casi intactos sus propiedades nutritivas. En este sentido, además de ser una bebida alcohólica es también una comida y así ha sido disfrutado durante muchísimos siglos por los coreanos.



Hasta los años 70 y 80, el makgeolli ocupaba el 60% del consumo total de alcohol de la población. Sin embargo, a partir de los 90, cedió este lugar a la cerveza y al whisky. Durante dos décadas, éstos ocuparon los primeros lugares de consumo de alcohol, mientras que el consumo del makgeolli llegó a bajar hasta sólo el 4%. Sin embargo, en los años últimos años, debido al auge de la vida sana, el makgeolli ha vuelto a tener un intenso protagonismo. Como tiene baja graduación alcohólica, produce poco impacto en el organismo. Hecho a base de arroz y levadura de malta, el makgeolli tiene 54% de hidratos de carbono y 46% de proteínas, mientras que tiene 0% de grasas, por lo que es muy dietético. Una botella de makgeolli contiene entre 70.000 y 80.000 millones de lactobacilos, que equivale a más de cien porciones de yoghurt. También contiene hasta 25 veces más cantidad de farnesol, que es una conocida sustancia que combate el cáncer, que la cerveza o el vino. Además, como el makgeolli produce saciedad, no conduce a los excesos etílicos de otras bebidas alcohólicas. Por otra parte, como el makgeolli sigue fermentándose, su sabor cambia constantemente a medida que pasa el tiempo. Asimismo, su sabor es diferente según el lugar y el proceso de elaboración. De hecho, se producen en la actualidad alrededor de 700 clases de makgeolli. Existe una Escuela del Makgeolli en Seúl, donde no sólo se enseña a elaborar este licor sino también toda la cultura e historia relacionada. En los últimos tres años, gracias al hallyu, han crecido muchísimo no sólo las exportaciones sino el consumo interno. En concreto, en el tercer trimestre de este año 2011 el mercado del makgeolli ha crecido un 350% con respecto al mismo período de 2009. Actualmente se exporta a 15 países del mundo. Naturalmente, Japón es el principal país comprador. Asimismo la popularidad del makgeolli está impulsando la creación de diversos productos nuevos que utilizan este licor como ingrediente, como, por ejemplo, pan, vinagre, cosméticos, jabones, etc.