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El fundador de la empresa tecnológica Kakao, Kim Bum Soo, lidera la lista de los hombres más ricos de Corea del Sur, desplazando al vicepresidente de Samsung Electrónica y heredero del mayor “imperio corporativo” del país, Lee Jae Yong. Su emergencia guarda un especial significado al ser Kim un hombre que no proviene de una familia “chaebol”, es decir de la élite de familias fundadoras y propietarias de grandes conglomerados empresariales, y por haber forjado su riqueza con sus propias manos, desde el sector de startups.

Según la agencia Bloomberg, Kim Bum Soo ostenta un neto de activos estimado en unos 13.400 millones de dólares, superior al de Lee Jae Yong, valorado en 12.100 millones de dólares. Su patrimonio aumentó en más de 6.000 millones de dólares solo durante 2021 al dispararse el precio de las acciones de Kakao, que apenas en lo que va de año subieron un 91%. Al mencionar a Kim en el ranking de millonarios, la agencia destaca su historia como empresario al margen de la “clase de los chaebol”, y afirma que su posición actual como “hombre más rico de Corea”, por encima de los magnates tradicionales y dirigentes de grandes conglomerados, que por décadas controlaban el oligopolio de la economía surcoreana, es un hecho sin precedentes.

Como destaca Bloomberg, Kim Bum Soo “no nació en una cuna de oro”. Es más, su padre trabajó como jornalero de la construcción tras quebrar la carnicería que administraba y su madre como mesera en un restaurante en una ciudad al interior de Corea. Por su parte, él fue un estudiante común y corriente, aunque bastante aplicado. Estudió ingeniería industrial en la Universidad Nacional de Seúl y tras graduarse trabajó en Samsung SDS. Sin embargo, en 1998 renunció a su trabajo para fundar la startup de videojuegos Hangame, que posteriormente creció vertiginosamente hasta fusionarse con NHN, empresa tecnológica creadora de Naver -el mayor portal de corea-. Entonces Kim Bum Soo asumió como copresidente, cargo que dejó en 2007.

No obstante, el hecho que permitió a Kim ganar la reputación como “próxima estrella del sector tecnológico” fue el éxito de Iwilab, actual Kakao, empresa donde lanzó el sistema de mensajería instantánea móvil Kakao Talk, que actualmente usa todo surcoreano con un teléfono en las manos. A día de hoy, Kakao es todo un emporio y opera en todo tipo de sectores, no solo de mensajería instantánea, sino también de pago electrónico, banca digital, videojuegos y movilidad, y muchos otros sectores cuya demanda ha ido creciendo y que en tiempos de pandemia exigen una mayor y más rápida digitalización, para sustituir a los servicios presenciales por otros a distancia o no presenciales, para disminuir el riesgo de contagio.

Actualmente, el valor total de las acciones de Kakao es el cuarto mayor de entre todas las cotizadas en la Bolsa surcoreana.