La nueva influenza aviar no para de expandirse en China, afectando a una veintena de personas más en tan solo 7 días. Las autoridades competentes chinas cifraron en 19 el número de chinos afectados por el virus H7N9 entre el 25 de abril y el 1 de mayo.
Con ellos, asciende a 127 el número total de pacientes, de los cuales 26 han fallecido y otros tantos se han recuperado y han sido dados de alta del hospital. Los casos de infección han sido detectados en un total de 39 ciudades.
Desde el pasado 25 de abril, un grupo de expertos pertenecientes al Ministerio chino de Agricultura y la Organización Mundial de la Salud Animal están trabajando para estudiar la nueva cepa de virus. Por ahora, aseguran que no hay pruebas de ningún contagio por el consumo de huevos o carne de aves. Tampoco se han confirmado casos de infección entre humanos.
Los Gobiernos locales se esfuerzan por impedir que la peste se siga ampliando. El Gobierno provincial de Guangdong, en particular, ha ordenado el cierre alternado de mercados avícolas locales para desinfección y fumigación.