Un informe revela que actualmente hay unos 150 mil prisioneros políticos encerrados en los campos de concentración de Corea del Norte, que reciben tratos crueles e inhumanos. HNRK, una organización no gubernamental de Estados Unidos en pro de los derechos humanos norcoreanos, ha publicado recientemente un documento sobre la preocupante situación reinante en los campos de prisioneros políticos del país comunista. Y estos hechos no son meras suposiciones; sino realidades que viven a diario los encarcelados, testificado por 60 ex guardias y supervivientes de aquél infierno. El informe de 200 páginas describe en detalle todo lo sucedido en el norte de la península. Concretamente, especifica que no solo son arrestados los prisioneros políticos; sino también su pareja e hijos, en caso de haberlos. Asimismo, las mujeres que quedaron embarazadas tras su fuga a China, son forzadas a abortar una vez repatriadas; y también hay pruebas de infanticidios. En la redacción se explica que los centros de reclusión de Corea del Norte, tiene como modelo los existentes en Rusia en la década de los cincuenta. Las imágenes tomadas por satélite evidencian que, actualmente, en estas penitenciarías están encerradas entre 150 y 200 mil personas. En general, estos lugares están localizados en zonas montañosas y aisladas, e incluso están rodeados con altas murallas, por lo que es prácticamente imposible escapar. El documento subraya que en estos campos la tortura, la ejecución y la desnutrición, forman parte de la vida diaria. Dada la crítica situación de Corea del Norte, la entidad norteamericana HNRK celebró esta semana un seminario con la presencia de personalidades en pro de los derechos humanos y de desertores norcoreanos residentes en Estados Unidos, para desvelar ante el mundo lo que de verdad ocurre en el norte de la península. Esta publicación contrasta totalmente con la declaración que hizo el régimen de Pyongyang en 2009, ante el Consejo de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas. En ese momento, había manifestado la inexistencia de cualquier campo de concentración de prisioneros políticos y ahora, queda confirmado que fue todo una mentira. Ante tan penosa circunstancia, la presidenta de dicha organización humanitaria, Roberta Cohen, exhortó al país comunista -a través del presente seminario- a acabar con esta violación de los derechos básicos del hombre. Sostuvo que Corea del Norte no solo debe renunciar a su ambición nuclear; sino también a la represión de sus ciudadanos. Las estimaciones señalan que en el norte de la península hay unos 6 campos de concentración, sin contar cárceles de menor dimensión u centros de tortura o ejecución. Y no se sabe con exactitud cuántas personas viven cada día sin poder pensar en un mañana.