Continuamos hablando de un tema relacionado con Corea del Norte. El ministro de Reunificación Nacional de Corea del Sur, Ryoo Kihl Jae, ha aludido a la posibilidad de que el Gobierno aplique, a partir de ahora, restricciones más severas para controlar el reparto de folletos propagandísticos en Corea del Norte por parte de organizaciones civiles surcoreanas.
En una comparecencia ante el Comité Parlamentario de Asuntos Exteriores y Reunificación, el titular hizo hincapié que la Administración no ha cambiado su postura sobre la distribución de folletos propagandísticos, al tiempo de aclarar que dicha actividad no tiene gran relación con la mejora de las relaciones intercoreanas. Lo que llama la atención es que si bien hasta ahora, el Gobierno consideraba al reparto de tales folletos como ejercicio del derecho a la libertad de expresión, y por tanto, no podía intervenir en dicha actividad, esta vez el ministro manifestó que podría adoptar medidas restrictivas al respecto. Esta declaración responde a la disposición del Gobierno de esforzarse por mitigar la tensión con el régimen de Pyongyang, que se opone enérgicamente a tal actividad, así como al reciente fallo de la Justicia que considera legal detener el envío de propaganda hacia el Norte, pues aunque lo considera como libertad de expresión, podría amenazar la integridad física de los habitantes de la zona.
El reparto de folletos propagandísticos es una actividad que realizan las organizaciones civiles surcoreanas, y que tiene por objeto criticar al régimen norcoreano, para dar a conocer a sus ciudadanos la represión que viven. Desde la frontera, lanzan globos gigantes con folletos, pequeñas radios, billetes de un dólar y otros artículos de uso diario. En alguna ocasión y en respuesta, el Ejército norcoreano lanzó explosivos al territorio sureño, y por ello empezaron a escucharse voces que destacan la necesidad de que el Gobierno controle esas actividades. En tanto, tras el último reparto de folletos propagandísticos, Corea del Norte exhortó al Sur a dar una respuesta clara y concreta al respecto, así como a detener los entrenamientos militares conjuntos que realiza con Estados Unidos. Desde el primer día de 2015, se ha creado un ambiente favorable para retomar el diálogo intercoreano, pero la distribución de folletos supone un claro impedimento, así que está por ver qué medidas adoptará el Gobierno, y cómo su decisión ayudará o no a mitigar la tensión en la península coreana.