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Historia

Pi Cheon Deuk, un distinguido ensayista

2012-11-29

<strong>Pi Cheon Deuk</strong>, un distinguido ensayista
Un ensayista magistral

El género del ensayo incluye varias formas de escritura como cartas, reseñas de libros o registros de viajes. Los ensayistas escriben lo que les viene a la mente, por lo que su escritura puede adoptar varias formas. Un ensayo puede ser una escritura académica o lógica, mientras que los trabajos de tono emocional, son considerados en una categoría diferente. Algunos clasifican el ensayo en diferentes categorías como la crítica, la descripción, la escritura personal y el editorial.

Si bien la popularidad del ensayo ha descendido internacionalmente, hubo un tiempo en que los ensayistas gozaban de días dorados en la literatura coreana. Algunos ensayistas famosos de esa época de oro son Min Tae Won, Lee Yang Ha, Lee Hyo Seok y Kim Jin Seop. Pero Pi Cheon Deuk, es sin duda la figura más prominente del ensayo de Corea.

El niño de mayo

Pi Cheon Deuk nació el 29 de mayo de 1910 en la ciudad de Seúl. El pequeño perdió a su padre a la edad de siete años. Su madre también fallece cuando el niño cumple diez años, y desde entonces, tuvo que vivir de casa en casa, alternando entre parientes. Aunque creció en medio de la pobreza, el niño era amable y sencillo, y muy cuidadoso en su tratamiento con otras personas. Cursó sus estudios secundarios en Shanghái, China, y en 1937 egresó de la Universidad Huijang con una licenciatura en literatura inglesa.

Pi trabajó como maestro en el Instituto Educacional de la Central Industrial Gyeongseong, hasta que Corea logró su emancipación de la colonización japonesa. Sin embargo, su carrera literaria ya había comenzado en el año 1930 con la publicación de su poesía “Trabajos poéticos literarios” en la revista “Sindonga”.

A principios de los años 30, el ámbito literario de Corea, todavía bajo el yugo del imperialismo japonés, se caracterizaba por el conflicto entre la literatura de participación social y la literatura pura. Como ilustra la vida entera de Pi, este escritor optó desde el principio por la literatura lírica purista. Así, el literato pulió en su imaginación la dura realidad, cubriéndola de inspiración lírica. Su poesía “Pequeños trabajos” del año 1932 y su ensayo “Memoria de una noche de tormenta” de 1933, recibió el elogio de la crítica por la expresión prístina de emociones puras, despojadas de todo elemento ideológico.

Una escritura simple de grandes resonancias emotivas

En 1945, con la liberación de Corea de la opresión colonialista de Japón, Pi entró a servir como catedrático de la Universidad Imperial Gyeongseong, la actual Universidad Nacional de Seúl. Al año siguiente, Pi empezó a ofrecer cátedras de poesía inglesa en la Universidad Nacional de Seúl. En aquella época recibió la invitación del Departamento de Estado de Estados Unidos para profundizar en sus conocimientos sobre literatura inglesa en la Universidad de Harvard. Realizó sus estudios en el extranjero durante un año a partir de 1954. Posteriormente, en 1966, Pi asumió el cargo de jefe de asuntos estudiantiles de la Escuela Graduada de la Universidad Nacional de Seúl; y continuó enseñando en el departamento de literatura inglesa de esta institución hasta 1974.

Pi fue un estudioso destacado y toda una estrella en el sector de la literatura inglesa. Sin embargo, el gran público de Corea lo recuerda más como ensayista.

Yo amo todas las pequeñas, hermosas cosas que componen mi vida. Me gusta mirar caras bonitas sin ningún deseo, y me gusta elogiar el logro de los demás sin ninguna envidia. Espero vivir mi vida donde pueda amar a muchos, sin odiar a nadie, y adorar tremendamente a algunos pocos. Espero, también, envejecer gradualmente y con gracia.

El pasaje viene de su ensayo lírico “La vida que amo”, que cuenta momentos de su vida personal. El siguiente párrafo es parte de su obra maestra titulada “Karma”.

Uno debería encontrarse con su amada solamente una vez, para no volver a verla otra vez, pese a extrañarla entrañablemente. Uno debería elegir no verla otra vez, aunque tuviera por seguro que jamás en la vida la olvidaría. Asako y yo nos encontramos tres veces. Hubiera sido mucho mejor que no nos hubiésemos visto la tercera vez.

En su famoso ensayo, Pi describe la hermosa, aunque muy triste, relación que tuvo con una joven japonesa llamada Asako. La relación entre ambas personas tuvo lugar durante el periodo del gobierno colonial de Japón hasta la Guerra de Corea. En sus ensayos, Pi retrata su vida personal con una mirada dulce y delicada. Cuando la gente se siente mareada y agobiada por el mundo que cambia precipitadamente, o cuando se siente desanimada por el aburrimiento de la vida cotidiana, la lectura de los ensayos de Pi puede ser como un instante de reposo. Muchos lectores coreanos recuperan la fuerza y se sienten aliviados con la lectura de los escritos de Pi.

Una vida pura y limpia

Gracias a sus escrituras que materializan la esencia de una vida cálida, elegante y honesta, Pi ganó numerosos sobrenombres como “el testigo vivo de la literatura coreana del siglo XX” y “el pionero de la literatura ensayística de Corea”. Luego, al igual que sus ensayos, la vida de Pi fue íntegra y humilde.

Pi pudo haber permanecido más años ejerciendo como catedrático de la Universidad Nacional de Seúl, pero decidió abandonar el podio mucho antes, para estar alejado de la fama y llevar una vida más libre. Al cumplir los 70 años de edad, rehusó continuar escribiendo para no tomar demasiado de su escritura.

Pi vivió en un apartamento humilde en la ciudad de Seúl durante 25 años. Los últimos años de su vida transcurrieron pacíficamente al lado de su esposa de 90 años, que sufría de demencia, hasta su muerte el 25 de mayo del 2007.

Mayo tiene la cara de un joven de 21 años, que acaba de lavársela con agua fría. ¿Para qué contar los años que tengo? Yo estoy en la mitad de mayo.

En este ensayo titulado “Mayo”, Pi revela su afecto por el mes que le vio nacer. El escritor fallece también en el mes de mayo, como si fuera “un niño de mayo”. Pi fue muchas veces llamado por su seudónimo “Geuma”, que significa “niño inocente que toca el geomungo (instrumento tradicional coreano de seis cuerdas). Este gran ensayista nos ha enseñado a apreciar y a amar las cosas pequeñas de la vida. El escritor no había perdido nunca su inocencia de niño, y su mirada tierna sobre las cosas simples de la vida y el apego cariñoso hacia las memorias compartidas con los seres queridos, residen con fuerza en sus ensayos, acariciando el alma del lector que se aventura a conocerlos.


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