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Se produjo un nuevo brote del MERS, el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio en Corea del Sur, donde se ha confirmado el primer caso de esta enfermedad en tres años y tres meses. El infectado es un hombre de 61 años que fue a Kuwait en viaje de negocios, ¿no es así?

Efectivamente. No obstante, se han descubierto huecos en el sistema de control inicial, al dejar pasar las autoridades inspectoras del aeropuerto a ese hombre infectado con MERS, pese a que éste declaró primero que tenía diarrea. Se informa que en el aeropuerto, al llegar esa persona de Kuwait el sábado 8 de septiembre, los encargados del control sanitario le dejaron ir porque no tenía ni fiebre ni síntomas respiratorios. 

Entonces, ¿cómo detectaron que realmente estaba infectado con MERS?

Al acudir el infectado al hospital, cuatro horas después de abandonar el aeropuerto, por subirle la fiebre y tener flemas, así como síntomas similares a los de una pulmonía, los médicos notificaron del caso a las autoridades de sanidad pública. 

Quizá esto deja en entrechido el sistema nacional de control de enfermedades, que ya en 2015 fracasó al impedir la propagación del MERS en el país, ¿no crees?

Lamentablemente, es muy cierto lo que acabas de decir, Javier. Y ante esta situación, el Gobierno y las autoridades relacionadas con la salud pública deberían tomar conciencia que un simple acto de negligencia puede traer graves consecuencias. Que en contextos como el del brote y la expansión de una enfermedad altamente infecciosa, un cierto exceso en las medidas de seguridad no vendría mal. Sobre todo deberían recordar que hace tres años, debido a una insuficiencia de conocimientos sobre el MERS y el descuido de algunas autoridades sanitarias o de profesionales médicos de hospitales privados, se generó toda una crisis nacional, en la que 16.752 ciudadanos fueron aislados y 38 fallecieron.