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El domingo 9 de septiembre se cumplieron 70 años del establecimiento del régimen norcoreano y para celebrarlo, Corea del Norte organizó un desfile militar de gran envergadura.

Así es. Sin embargo, en el desfile ni se exhibieron misiles intercontinentales ni emitió un discurso el dirigente de facto de Corea del Norte, Kim Jong Un. En su lugar habló ante ciudadanos e invitados Kim Yong Nam, presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Suprema y jefe nominal del Estado norcoreano.

Sin duda lo que más llamó la atención fue el contenido del discurso que el presidente del Parlamento norcoreano ofreció en este acto conmemorativo, ¿no?

Es que en ningún momento aludió al poder nuclear o al desarrollo nuclear de su país. Solo enfatizó los objetivos económicos de Pyongyang. Además, en el desfile no aparecieron misiles balísticos intercontinentales, lo cual puede ser interpretado como la firme determinación de Corea del Norte por la desnuclearización. Y si bien a través de una nota de opinión en el Diario Rodong, el boletín oficial del Partido de los Trabajadores, el régimen norcoreano manifestó que cuenta con el “mayor poder de disuasión“, evitó mencionar a Estados Unidos o hacer alarde de su capacidad nuclear y balística. 

Eso significa que Corea del Norte hizo su parte para suavizar el ambiente para las negociaciones nucleares con Estados Unidos... 

Esa es justamente la evaluación de muchos expertos. Es más, el propio presidente estadounidense Donald Trump comentó que el hecho de realizar Corea del Norte un desfile militar masivo para conmemorar el aniversario de su fundación pero sin misiles balísticos intercontinentales constituye un gesto grandioso y positivo. En esta circunstancia, se estima que serán decisivos los resultados de la venidera cumbre intercoreana en el proceso de desnuclearización.