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La Agencia de Desarrollo e Inversión en Saemangeum y el Gobierno Provincial de Jeolla del Norte presentaron el 30 de octubre un plan para construir un complejo de energía solar y eólica con capacidad generadora de 4 gigavatios en Saemangeum, la extensa superficie de tierra ganada al mar en la costa suroeste de Corea.

De acuerdo a la hoja de ruta anunciada por las autoridades competentes, se instalarán en dicha zona plantas de energía solar de 2,8 gigavatios, generadores de energía eólica de una capacidad de producción eléctrica de 0,1 gigavatios y un sistema de generación con pilas de combustible también de 0,1 gigavatios. Y adicionalmente en Gunsan, también en la costa oeste, construirán una central de energía eólica marina. 

De este modo, el mega complejo de energías renovables ocupará una superficie de 38,29 kilómetros cuadrados, casi el 10% de todo el área de Saemangeum, tamaño equivalente a la isla de Yeouido (en Seúl) multiplicado por 13.

El proyecto, como es fácil imaginar, sintoniza con la política antinuclear del actual Gobierno surcoreano y el plan Energía Limpia 3020, el cual tiene por objeto aumentar la participación de fuentes renovables en el sistema nacional de generación eléctrica al 20% hasta el año 2030. Considerado que en estos momentos dicha tasas de participación rondan apenas el 8%, se piensa que se necesitarán grandes inversiones para alcanzar la meta propuesta.

Sin embargo, los pronósticos sobre el futuro y el desarrollo de este mega plan no son todos de color rosa. En primer lugar, es incierto si el sector privado se animará a invertir en él, al no estar aún comprobada en Corea la rentabilidad del negocio de las energías ecológicas. Aparte, Saemangeum es todavía un tema polémico en la sociedad surcoreana, primero porque son tierras ganadas al mar sacrificando una extensa área de humedales y vida marina, y segundo, porque los planes para su desarrollo fueron reorientados una y otra vez al considerarse inválido el propósito inicial de aprovechar ese espacio como campos de cultivo, ante los drásticos cambios producidos en la alimentación de los coreanos.