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La histórica ola de calor que llegó a la península coreana este verano provocó una gran inestabilidad en el suministro de electricidad. Pero con el otoño, las centrales eléctricas en desuso alcanzaron su nivel máximo histórico, lo que sugiere que la política energética del Gobierno debe enfocarse más en gestionar la demanda que en aumentar la oferta.
 El consumo de electricidad cayó drásticamente desde mediados de septiembre y el margen de reserva, es decir, la capacidad de las centrales eléctricas de generar más electricidad de la que se demanda, registró el mayor nivel de la historia.

Por poner un ejemplo, el 24 de septiembre, el consumo máximo de electricidad fue de tan solo 48 gigavatios, mientras que la capacidad máxima de generación fue de 118 gigavatios, y el margen de reserva fue 70 gigavatios.

Así las cosas, el Gobierno apuesta por mejorar la gestión de la demanda, promoviendo un uso más racional de electricidad entre los ciudadanos.