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El presidente estadounidense Donald Trump ha asegurado que se reunirá con el dirigente norcoreano Kim Jong Un a comienzos del próximo año. Sin embargo, también ha afirmado que no apresurará las negociaciones nucleares con el régimen de Pyongyang, ¿verdad?

Así es, y su intervención llama especialmente la atención al producirse a apenas un día después de anunciar la postergación de la reunión de alto nivel entre Corea del Norte y Estados Unidos. Al respecto, Washington ha explicado que el encuentro se aplazó considerando las apretadas agendas políticas, tanto del Gobierno estadounidense, como del régimen norcoreano, y no por desacuerdos entre ambos.

Entonces, ¿es nula la posibilidad de que el aplazamiento de esa reunión se haya decidido por otras razones no relacionadas con los compromisos nacionales e internacionales de Corea del Norte y Estados Unidos?

Eso no, pues hay quienes especulan que pudo haber ciertas fricciones entre Pyongyang y Washington durante la coordinación final para la reunión de alto nivel. Y podría no ser algo infundado considerando que el vicepresidente del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte, Kim Yong Chol, contraparte del secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo en ese encuentro, ya había reservado el vuelo a Nueva York pero lo canceló en el último minuto.

¿Cuál habría sido el motivo de la discrepancia en ese caso?

Seguramente las sanciones internacionales, cuya desactivación vienen pidiendo constantemente Corea del Norte y su líder Kim Jong Un. En cambio, el Gobierno estadounidense insiste en mantenerlas hasta lograr resultados concretos sobre  desnuclearización. Así que quizá el régimen de Pyongyang haya considerado que celebrar una reunión de alto nivel con Washington en estas condiciones no supondría ningún avance.