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En el marco del G-20, Estados Unidos y China han pactado un “alto el fuego” y detener la guerra comercial por tres meses.

Esas son las noticias que llegan de Argentina, donde los presidentes Donald Trump y Xi Jinping coincidieron para asistir a la Cumbre del G20. Noticia de una tregua comercial especialmente grata para Corea, cuya economía depende en gran parte del comercio exterior, sobre todo de las exportaciones a Estados Unidos y China, y cuya guerra comercial pone en gran riesgo las ventas al exterior, porque si Estados Unidos impone altos aranceles a las importaciones de China, éste exportará menos al país norteamericano, y eso hará caer las exportaciones de Corea del Sur, pues un alto porcentaje de los productos que envía al mercado chino son bienes intermedios.

No en vano, muchos institutos económicos ya advirtieron del impacto que podría sufrir Corea del Sur por la guerra comercial entre Estados Unidos y China…

Sí. En concreto, estiman que si Estados Unidos impone aranceles del 25% a las importaciones de China por valor de 50.000 millones de dólares, el volumen de los bienes chinos que entran en el mercado estadounidense mermará un 10% y eso hará que las exportaciones de Corea del Sur a China disminuyan unos 28.260 millones de dólares. Es más, las repercusiones del conflicto entre esas dos potencias ya son palpables, pues en noviembre las exportaciones surcoreanas solo crecieron un 4,5%, margen especialmente reducido respecto al 22,7% registrado apenas durante el mes anterior.

En cualquier caso, al tratarse de tregua provisional, el riesgo podría volver en cualquier momento si ambos países no logran un acuerdo más estable…

Tienes razón. De ahí la opinión de muchos expertos de que Corea debe prepararse para hacer frente a cualquier escenario, e intentar acondicionar y optimizar los sistemas de producción de los distintos sectores y aprovechar al máximo su red de tratados de libre comercio.