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El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, confirmó que Washington y Pyongyang han comenzado a coordinar los detalles para una nueva cumbre entre los mandatarios Donald Trump y Kim Jong Un. Y en ese contexto el nombre de Vietnam resuena como posible lugar sede del encuentro…

Sí. Esos planteamientos consideran la distancia entre esa nación del sureste asiático y Corea del Norte, ya que el líder norcoreano podría viajar en su avión privado sin escalas, así como las favorables condiciones que presenta Vietnam para un eficiente control de seguridad. Cabe saber al respecto que la capacidad de las autoridades vietnamitas para la protección de VIPs es de primer nivel en el mundo, como quedó corroborado con la exitosa celebración de la Cumbre del APEC 2017.

También como punto importante destacan que Vietnam mantiene buenas relaciones tanto con Estados Unidos, como con Corea del Norte, ¿no?

Definitivamente. Es más, Vietnam mantiene lazos oficiales con ambos países, lo que implica que tanto Estados Unidos como Corea del Norte disponen de representaciones diplomáticas permanentes en dicho país, que podrían secundar y facilitar los preparativos de la cumbre entre Trump y Kim Jong Un. Además, el Gobierno vietnamita en sí está muy interesado en albergar esa reunión, interés que ya ha expresado en diversas ocasiones, no solo ante Pyongyang y Washington, sino también ante Corea del Sur.

Además sería simbólico que la cumbre se celebrara en Vietnam, pues tanto Estados Unidos como Corea del Norte prestan especial atención a su modelo de desarrollo…

Es importante destacar aquí que Vietnam se asemeja a Corea del Norte en que presenta un sistema político unipartidista, y bajo ese régimen impulsó exitosamente un programa de reforma y apertura al exterior, logrando un rápido crecimiento económico. Esto es visto actualmente como un ejemplo a seguir por Corea del Norte. Incluso el secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo comentó el año pasado que Corea del Norte podría imitar el modelo vietnamita, al recalcar que si Kim Jong Un no deja escapar las oportunidades que tiene delante, podría -como esa nación del suerte asiático- normalizar sus relaciones con Estados Unidos y encaminarse hacia la prosperidad.