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2024-02-23
Apenas empezado marzo tuvieron que activar las medidas de emergencia contra la contaminación por partículas durante seis días consecutivos en el área capitalina. Así, Corea vivió la “semana del gran smog”. Y pese a que para el alivio de todos la mayoría de las regiones del país recuperó los niveles normales hacia el día 7, el Gobierno y las autoridades competentes no pudieron evitar las fuertes críticas de la población por su falta de preparación y diligencia para afrontar este reto, que no solo afecta al medio ambiente y a la salud de las personas, sino también a las actividades económico-comerciales.
Que las medidas de emergencia contra el smog permanecieran activadas por seis días fue algo sin precedentes, pues implica que casi una semana la concentración de partículas en suspensión superó el nivel diario de 50 microgramos por metro cúbico, con pronósticos de mantener o hasta superar los 75 microgramos al día siguiente.
Una de las medidas de emergencia es restringir el uso de vehículos “emisores de grado cinco” según el sistema de clasificación de coches por emisiones de gases de escape. Este sistema divide en cinco grados los vehículos en circulación en el país de acuerdo al tipo de combustible, el tiempo de uso y las emisiones contaminantes como micropartículas y óxidos de nitrógeno. Dicho esto, la primera clasificación valora el tipo de combustible, pues los coches eléctricos y de hidrógeno que no generan emisiones son categorizados como de grado uno, los híbridos entre uno y tres, los de gasolina y gas entre uno y cinco, y los de diésel entre tres y cinco.
También acortan las jornadas de trabajo en las obras de construcción que producen gran cantidad de partículas en suspensión y dispersión masiva de polvo, así como las horas de apertura de plantas e instalaciones emisoras de contaminantes atmosféricas, tales como centrales termoeléctricas de ciclo combinado, los centros de reciclaje de residuos y las estaciones regeneradoras de agua.
Sin embargo, todas estas pautas son, como su nombre indica, “medidas de emergencia” y no soluciones fundamentales para combatir la contaminación atmosférica. De todos modos y aunque tarde, las autoridades competentes están abocadas a superar este reto, ya sea promoviendo propuestas legislativas y enmiendas para reforzar el control sobre los factores que producen smog, o mediante la cooperación con países vecinos, considerando el análisis de los especialistas que señala que las partículas en suspensión que contaminan el aire de Corea del Sur proceden en un 40% de China y en un 20% de Corea del Norte, mientras que el 40% restante se genera dentro del país.
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