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El expresidente Chun Doo Hwan compareció el lunes 11 de marzo ante el Tribunal Regional de Gwangju en calidad de demandado -acusado por difamación a los difuntos- por el contenido de sus memorias autobiográficas, publicadas en abril de 2017. Así acudió a juicio por primera vez en 23 años desde la apelación celebrada en diciembre de 1996, cuando tuvo que responder ante la Justicia como principal responsable del golpe de Estado del 12 de diciembre de 1979, la ampliación de la ley marcial y la violenta represión del Movimiento Democrático de Gwangju de mayo de 1980.

El caso actual contra el exmandatario es por difamar la memoria de un difunto, pues en mayo de 2018 Chun fue imputado por calumniar a un sacerdote al que calificó “mentiroso” en su libro. Dicho padre, declaró haber presenciado disparos de helicópteros militares contra civiles durante las protestas ciudadanas organizadas en la ciudad de Gwangju en mayo de 1980. Pero el expresidente refuta frontalmente ese testimonio en sus memorias, al definir el Movimiento Democrático de Gwangju como “revuelta” y afirmar que no hubo disparos desde helicópteros contra los manifestantes, al tiempo de resaltar que se trata del testimonio de un “mentiroso descarado que no merece llevar el título de sacerdote”.

El punto central que el juicio intentará aclarar es si el expresidente acusó a ese sacerdote de mentir, aún sabiendo que los hechos sucedieron así, o desconocía la realidad. Cabe recordar que ya la Fiscalía y el Comité de la verdad sobre el Movimiento de Gwangju del Ministerio de Defensa concluyeron, en base a una serie de investigaciones y declaraciones de testigos, que el Ejército sí disparó contra civiles desde helicópteros y que Chun estaba al tanto. No obstante, el expresidente afirma que el tiroteo desde helicópteros militares no está demostrado, y al negar ese ataque armado contra la ciudadanía en sus memorias solo usa su derecho a la libertad de expresión.

Durante mucho tiempo existió la duda de si realmente helicópteros militares dispararon contra civiles en Gwangju en mayo de 1980. Por una parte, los ciudadanos confirmaron eso hechos, mientras que los oficiales que participaron en la represión de las protestas, afirmaron que aunque fueron movilizados helicópteros, no dispararon. Pero según el Comité de la verdad del Ministerio de Defensa, algunos expedientes militares relacionados con el Movimiento de Gwangju tergiversaron los hechos. También encontraron documentos confidenciales de la Embajada de Estados Unidos en Seúl que relatan que hubo ataques armados contra los civiles desde helicópteros militares. Además, el Servicio Forense Nacional afirma que las marcas de balas en la pared de un edificio de Gwangju encajan con posibles disparos desde helicópteros o una aeronave estática.