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El Fondo Monetario Internacional diagnosticó el día 12 que el Gobierno surcoreano deberá inyectar un cuantioso presupuesto adicional si desea cumplir con el objetivo de crecimiento económico fijado para este año, entre el 2,6 y el 2,7%. Al respecto, el vice primer ministro de Economía, Hong Nam Ki, respondió que consideraría esa recomendación, más ahora que deben definir un presupuesto extra para dar curso a las nuevas leyes contra el smog.

La recomendación del FMI surgió de la consulta anual de dicho organismo con el Gobierno de Corea del Sur, del 27 de febrero al 12 de marzo. Según los analistas de dicha entidad, urge reforzar las medidas políticas si se desea alcanzar la meta de crecimiento fijada, y el Gobierno surcoreano cuenta con recursos necesarios gracias al excedente de ingresos por impuestos generado en años recientes. En concreto, el FMI calcula que Corea precisaría inyectar el equivalente al 0,5% del producto interior bruto, unos 8,9 billones de wones tomando como base el PIB de 2018. Dicho monto sería de 2,3 veces mayor que el presupuesto adicional ejecutado el año pasado, pero inferior a los 11,2 billones gastados en 2017.

Básicamente, el Fondo Monetario Internacional elogió la sólida economía de Corea, pero destacó varios factores adversos que podrían tener un fuerte impacto a corto y medio plazo, además de advertir del riesgo de desaceleración. Así, aludió a la disminución de las inversiones y a la ralentización del comercio mundial, mientras que considera baja la presión inflacionaria y débil la creación de empleo. También señaló amenazas para la economía de Corea del Sur como la deuda de los hogares, el retroceso de la tasa de crecimiento potencial, los desfavorables cambios demográficos y el estancamiento de la productividad; así como otros problemas estructurales como la inflexibilidad del mercado laboral, la brecha entre grandes conglomerados y pymes, y entre el sector manufacturero y de servicios, o el insatisfactorio aprovechamiento de los recursos humanos femeninos.

En síntesis, según el diagnóstico del FMI, Corea del Sur atraviesa por un mal momento y sufre una doble carga al persistir la contracción de la demanda interna y disminuir las exportaciones, que siempre han sido el pilar de la economía nacional. Los datos de marzo indican que durante los diez primeros días del mes, las exportaciones bajaron un 19,1% respecto al año anterior, mientras que las tasas de reducción se ampliaron del 1,2% de diciembre al 11,1% de febrero.