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El vice primer ministro de Economía, Hong Nam Ki, declaró el día 7 que la creciente volatilidad que se observa en el mercado financiero surcoreano se debe a la acumulación de varios factores de riesgo, tanto internos como externos, en un tiempo relativamente corto. El funcionario hizo tal comentario durante una reunión sobre medidas macroeconómicas, el impacto de las restricciones comerciales de Japón y la designación de China como país manipulador del tipo de cambio por parte de Estados Unidos.

Especialmente, la sesión se centró en China, que fue tachada por Washington por una excesiva intervención en el mercado de divisas, tras sufrir su moneda una fuerte devaluación y subir en ese país el valor del dólar hasta siete yuanes por unidad. 

Los expertos analizan esta situación como un efecto secundario del conflicto comercial entre Estados Unidos y China, que en una primera etapa se intensificó con el aumento de los aranceles estadounidenses a bienes procedentes del gigante asiático y la advertencia de este último de que suspenderá las importaciones de productos agrícolas del país norteamericano. Dicho esto, parece ser que el “segundo acto” es una guerra cambiaria, que en el peor de los casos podría dar lugar a la designación de otros estados como manipuladores del tipo de cambio. Corea del Sur, lamentablemente no sería una excepción, ya que figura en la lista del Gobierno estadounidense de naciones bajo observación en materia de divisas. 

Cabe saber que tras categorizar a un país como manipulador del tipo de cambio, Washington puede exigirle que adopte medidas concretas para corregir situaciones como una devaluación exagerada de su moneda o un superávit comercial excesivo frente a Estados Unidos. Y si el país en cuestión no toma las acciones exigidas en un año, podrá ser sancionado con limitaciones sobre inversiones y el acceso a las licitaciones del Gobierno federal de Estados Unidos, o declarado bajo vigilancia especial del Fondo Monetario Internacional. 

En este panorama, es lógico que crezca la inquietud en Corea del Sur cuyo primer y segundo socio comercial más importante son justamente Estados Unidos y China. Pues la guerra comercial entre estos colosos económicos afecta directamente al comercio exterior de Corea, que exporta sobre todo gran cantidad de bienes intermedios al mercado chino. 

Algo que aligera un tanto la preocupación es el hecho de que Corea del Sur se mantiene relativamente fuera del peligro de ser tachado como país manipulador del tipo de cambio, todo gracias al compromiso que tomó para promover la transparencia en el mercado de divisas al empezar en marzo de 2019 a exponer abiertamente las medidas de intervención que aplica en caso de mostrar su moneda, el won, una excesiva tendencia alcista o bajista.