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Informan que el Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley para permitir a los coreanos que residen en ese país norteamericano reunirse con sus familiares en Corea del Norte. Pero, la obvia pregunta que surge es, ¿no pueden los coreanos que viven en Estados Unidos recurrir al sistema de familias separadas del Gobierno surcoreano y solicitar mediante él reencontrarse con sus parientes en Corea del Norte?

En principio podrían. Pero como trabajan en Estados Unidos y residen allí, para ellos es difícil, o prácticamente imposible, registrarse en la base de datos de familias separadas y seguir o cumplimentar los procedimientos requeridos en Corea para solicitar un reencuentro con sus parientes en Corea del Norte.

¿Y no existe una base de datos sobre la población residente en el exterior cuya familia fue separada por la guerra o por otros motivos y tiene parientes en Corea del Norte?

Pues la verdad es que no. Y eso que se estima que unas 200.000 personas podrían ser clasificadas como “familias separadas”, de entre aquellos que residen fuera de Corea.

Pero si tienen residencia permanente en otro país, ¿no les es más fácil mantener contactos con los norcoreanos? Es que ellos están sujetos a las leyes de las naciones en las que residen, que podrían ser mucho más flexibles que las vigentes en Corea del Sur, dada la peculiar situación de la península coreana dividida...

Puede ser. No obstante, y pese a todo, realizar los trámites necesarios para concertar una reunión con sus familiares en Corea del Norte, país que restringe enormemente posibles viajes o la libertad de movimiento de sus ciudadanos, resultaría complejo. Máxime sin el apoyo del Gobierno surcoreano, pues obviamente las autoridades del país extranjero donde residen no tienen obligación de asistirles, al no ser el tema de las familias separadas entre las dos Coreas algo de su competencia.

Aún así hay casos de coreanos residentes en el exterior que pudieron reencontrarse con sus parientes de Corea del Norte, ¿no?

Así es. Y entre esas personas, algunos lograron reunirse con sus parientes en el Norte gracias a los reencuentros organizados oficialmente a nivel gubernamental, es decir, en base a acuerdos establecidos entre Seúl y Pyongyang. Pero también otros lo lograron por iniciativa propia, mediante un agente y en un tercer país. En todo caso, esa alternativa solo resulta accesible para aquellos que cuentan con tiempo, dinero y otros recursos necesarios. En este contexto, destaca el esfuerzo de la clase política estadounidense para establecer un marco institucional que legalmente pueda ayudar a aquellos con familiares en Corea del Norte a los que desean ver, pese a residir ellos en Estados Unidos.