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A partir del 8 de octubre, los empresarios surcoreanospueden entrar en territorio japonés sin guardar un periodo obligatorio de cuarentena, en virtud del acuerdo establecido entre Seúl y Tokio para activar recíprocamente un proceso migratorio excepcional. Así se espera que las dificultades sobreactividades comerciales entre ambos países debido a la propagación del COVID-19 y al endurecimiento del control sanitario-migratorio, se disiparán en gran medida.

Cabe aclarar que el proceso excepcional acordado entre los Gobiernos surcoreano y japonés presenta dos vías. Una es para los viajeros por negocios y la otra para los residentes o viajeros por estancias prolongadas.

La primera atañe, si hablamos de surcoreanos, a empresarios ypersonas que viajen por negocios, tras presentar tanto la carta de invitiación recibida de alguna empresa nipona, como el itinerario que seguirán en Japón y obtener el visado necesario de la embajada japonesa en Seúl. También deben cumplir todas las medidas sanitarias especiales que imponen las autoridades de Tokio, como presentar los resultados de un seguimiento de su estado de salud durante catorce días antes de viajar, entregar un certificado médico negativo al COVID-19 realizado en las 72 horas previas al vuelo, y contratar un seguro médico privado válido en Japón, además de usar solo vehículos designados al desplazarse en ese país durante dos semanas, y al cabo de este periodo hacerse otro test de coronavirus.

Mientras, la segunda vía es para residentes o viajeros por estancias prolongadas. A diferencia de la anterior, no requiere que el solicitante del visado presente itinerarios. Eso sí, deberán guardar catorce días de cuarentena preventiva, como han hecho durante todo este tiempo.

La activación de este proceso migratorio excepcional, además de implicaciones económico-comerciales, tiene un significado político, en el sentido de que constituye el primer caso de cooperación Seúl-Tokio desde la inauguración del gabinete del nuevo primer ministro japonés, Yoshihide Suga. Así las cosas, los más optimistas anticipan que podría ser el comienzo del deshielo entre ambos países. Sin embargo, los más realistas estiman que nada cambiará entre Corea del Sur y Japón por ahora, ya que el acuerdo sobre la retirada de la cuarentena para viajeros por negocios fue posible únicamente porque esta vez coincidieron los intereses económicos de ambas naciones, de ahí que sea difícil atribuirle un significado adicional.