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Corea del Sur mantuvo en enero por tercer año consecutivo la mayor cartera de pedidos de barcos a nivel mundial y las perspectivas son también optimistas de cara a este año. El Instituto de Economía Exterior del Banco de Exportación e Importación de Corea del Sur (Eximbank) pronostica que la cartera de los astilleros coreanos crecerá más del 100% respecto a 2020, favorecida por las señales de recuperación de la industria naval y el fortalecimiento de las restricciones medioambientales que obligarán a renovar las flotas de embarcaciones antiguas. Según un informe de la consultora británica Clarkson Research, la industria naval coreana ganó 8,19 millones de toneladas brutas compensadas o CGT en nuevos pedidos el año pasado, y representa el 43% de los pedidos mundiales. El buen desempeño de los constructores coreanos se atribuye principalmente a su ventaja competitiva en el ámbito de la construcción de embarcaciones de alto valor, como transportadores de gas natural licuado (GNL) y de crudo de gran tamaño (VLCC), factor que les ha permitido dejar atrás a sus rivales chinos y japoneses. A favor juega el giro medioambiental de la administración de Joe Biden en Estados Unidos, más comprometido por reducir las emisiones de carbono, que podría traducirse en más pedidos de transportadores de gas natural licuado (GNL). 

Las tres principales empresas coreanas del sector naval comenzaron con buen pie este año, sumando nuevos pedidos de embarcaciones y revisando al alza sus objetivos de contratación para 2021. Corea del Sur perdió el liderazgo en la construcción naval frente China hace unos diez años, pero ahora apuesta por retomar el primer puesto gracias a la competitividad y el desarrollo tecnológico. Como era de esperar, rivales de Corea como China y Japón no se han quedado de brazos cruzados, dando lugar a una feroz competencia entre las tres naciones asiáticas. Otro reto al que se enfrenta la industria, es sacar a flote los astilleros medianos, que fueron protagonistas de la era dorada de la construcción naval surcoreana. Expertos señalan que la industria de la construcción naval debería crecer junto con la industria del transporte marítimo, como hizo a principios de la década del 2000. Sin embargo, la quiebra en 2017 de la naviera Hanjin Shipping, que llegó a ser la séptima naviera más grande del mundo, supuso un fuerte impacto para la industria naviera nacional. Afortunadamente, el Gobierno anunció un plan quinquenal con el objetivo de reactivar el sector naviero, que probablemente influirá para bien en el sector de la construcción naval.