Director: Bong Joon Ho

Castt: Song Gang Ho, Go A Seong, Chris Evans, Tilda Swinton

Genre: Ciencia ficción

Running_Time: 125 minutos

125 minutos

Homepage: http://snowpiercer2013.interest.me

Argumento

El planeta Tierra se congeló a consecuencia del cambio climático y está en una nueva edad del hielo. Los supervivientes van a bordo de un tren que corre sobre un circuito interminable de rieles, donde existe una clara distinción interclasista. Los pasajeros están divididos por vagones, desde el vagón que está a la cabeza del tren y en el que viaja la clase privilegiada disfrutando de una vida de lujos, hasta el vagón de cola, que parece una chabola poblada por las personas más pobres y hambrientas. Así, las desigualdades prevalecen aún en esta micro-sociedad.

El tren está en constante movimiento desde hace 17 años, pero esto no significa que vaya a seguir en las mismas condiciones marcadas por la diferencia interclasista y la desigualdad. El hombre que está decidido a cambiar todo aquello es Curtis, el joven líder del último vagón del tren, que inicia una revuelta producto de largos años de preparación. Él es quien encabeza el grupo de la clase más baja del tren, que avanza hacia el vagón en el que está el motor que mueva la máquina y también el todopoderoso Wilford, para emancipar a la gente del vagón de la cola, así como a todo el tren.

Comentario

Decimoséptimo año de una nueva edad del hielo sobre el planeta Tierra. Un tren viaja sin parar sobre un gran círcuito de rieles, llevando a bordo a todos los sobrevivientes humanos. Esta “arca de Noé”, de forma larga y angosta, es una réplica en miniatura de la sociedad humana, así como una nueva versión de un mundo virtual fascista retratada en películas desde el clásico alemán Metrópolis de Fritz Lang hasta la saga de Matrix.

La muy esperada película Snowpiercer del director Bong Jun Ho, considerado uno de los mayores exponentes del cine contemporáneo de Corea, está finalmente en cartelera. Corea del Sur es el primer país del mundo en el que el film se estrena y está en los cines desde el 31 de julio. Ya las críticas empezaron a evaluar esta producción; con opiniones que van desde los elogios que le dedica la prensa internacional, hasta la etiqueta de “una nueva obra maestra que supera toda expectación” que le dan algunos expertos nacionales, o la opinión de quienes expresan desilusión, al recalcar que Snowpiercer carece de ese “tinte Bong Jun Ho” que se aprecia en el resto de sus obras.

Bong Jun Ho dice que en Snowpiercer quiso proyectar “la temible energía que emana de un tren como espacio cinematográfico”. Algo inesperado es que el miedo del que habla no resulta de la acción que transcurre en la película; sino de ese estado completamente hermético del tren, dentro del cual se desarrolla toda la historia. El personaje de Wilford, que es el todopoderoso de ese micromundo ubicado en el interior del tren, enfatiza en la cinta que ese espacio es un “ecosistema cerrado”; y esta descripción también se aplica perfectamente a la realidad fuera de la película. Las muchas ventanas del tren existen, no para divisar el paisaje exterior; sino como para recordar a todos un mundo del que, tanto dentro como fuera de la pantalla grande, a estas alturas es imposible de escapar o en el que ya no son posibles las revoluciones. Este sentido de imposibilidad domina a menudo la emoción en las escenas de acción y, en base a él, se plantea incluso una conclusión radical de que lo que se necesita no es perturbar y cambiar el ecosistema, sino destruirlo.

Snowpiercer es una película que ilustra la rebelión de un grupo de seres humanos que niega un sistema establecido y estrictamente controlado. Aquí el grupo se conforma por Curtis y la gente del vagón de los más pobres. Su propósito es apoderarse del “corazón” del tren: el vagón del motor. Y en su camino hacia él, la banda de Curtis debe luchar contra el ejército pagado por la clase más alta del vagón de cabeza. Los enfrentamientos son sangrientos, y las escenas que los retratan son más que impactantes. Eso sí: Aunque pasada la primera mitad del film las situaciones que se plantean parecen un tanto redundantes, no hay ni una escena en esta película que sea un desperdicio.

La triste marcha de la gente del vagón trasero, acarrea inevitablemente el sacrificio de muchos. Sin embargo, ningún personaje muere sin razón. Puede que la intención del realizador, el director Bong Jun Ho, sea exponer de manera indirecta y mediante la vida de la gente del vagón de la cola, la realidad de nuestra sociedad que obliga a lo seres humanos a seguir un camino sin salida. Por esto, el espectador no siente como algo ajeno la rebelión que se inicia contra las ironías y las injusticias sociales en la película; y no aparta la vista de la pantalla, aunque esa lucha le incomode y le deje un sabor amargo en la boca. Snowpiercer del Bong Jun Ho llega así al corazón del público, arrojándole la pregunta de si es lo suficientemente valiente como para abrir las puertas y cambiar el mundo.

El vagón de cola es de los pobres y los dominados, y el vagón de cabeza de los ricos y los dominadores. Esta dicotomía se observa no solo en la historia y el flujo narrativo, sino en todos los aspectos y detalles de la cinta, al tratar Bong Jun Ho de maximizar su contraste. Así, los medios a los que recurre el cineasta para diferenciar esos dos mundos son el hiperrealismo y la tragedia para retratar el vagón trasero y sus pasajeros; y el surrealismo y la sátira para ilustrar el vagón delantero, y a las personas que van a bordo del mismo. Si bien esta representación dual es efectiva para marcar una clara línea entre los unos y los otros, también es objeto de polémica entre los críticos y los espectadores, sobre todo entre los fans más asiduos de Bong Jun Ho. Lo que señalan es que Bong Jun Ho es un cineasta que está más acostumbrado -y que ha mostrado un sorprendente talento- a tratar la dramaturgia del realismo. Por ende, hace un trabajo impecable en ilustrar la vida de quienes viajan en el último vagón del tren de Snowpiercer. Sin embargo, esa magistral dramaturgia es interrumpida constantemente por un mundo poco familiar y hasta extraño -desde el punto de vista del estilo hasta ahora mostrado por Bong Jun Ho- del primer vagón. En todo caso, cierto es que se nota en la película el esfuerzo del director por convertir esa extraña dicotomía en un atractivo más de la obra, hasta llegar a la última escena del film -donde se muestra la visión del mundo “bongjunho-niana”-, mientras esta distópica montaña rusa de ciencia ficción arriba a su última parada.