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Corea vive este momento una intensa ola de calor, así como una sequía que la afecta. La temporada de lluvias que fue más breve que en años habituales y los tifones que se han desviado de la península coreana han contribuido a que el volumen de precipitaciones fuera mucho menor que el promedio de años anteriores. Según informó el Servicio de Meteorología de Corea, la cantidad acumulada de lluvias entre 12 de julio y el 11 de agosto en todo el país fue de 32,9 milímetros, lo que representa solo un 13,2% del promedio de las últimas tres décadas y supone el menor volumen registrado en el periodo en cuestión en los últimos 46 años. La escasa precipitación incluso ha acabado con los árboles de las altas montañas, que son los más resistentes a la sequía. Se estima que hasta la próxima semana no habrá precipitaciones en el país y la ola de calor continuará, por lo que las autoridades solicitaron a los ciudadanos tomar mayores precauciones contra las altas temperaturas.