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El Fondo Monetario Internacional publicó el día 9 el informe Perspectiva Económica Mundial, que mantiene la previsión de crecimiento de Corea del Sur para 2019, aunque revisa a la baja la estimación de crecimiento de la economía global, del 3,5% presentado en enero, al 3,3%.

Anualmente, el FMI anuncia dos previsiones de crecimiento por país, en abril y en octubre, que posteriormente revisa en enero y en julio. Así, en octubre de 2018 cambió la tasa de crecimiento de Corea del Sur para 2019, anteriormente prevista en un 2,9%, al 2,6%. Sin embargo, esta vez, pese a vaticinar con menos optimismo el futuro inmediato de la economía mundial, no rebajó la previsión sobre Corea. Cabe recordar que solo en los últimos nueves meses el FMI ha rebajado la estimación de crecimiento económico mundial para 2019 en tres ocasiones: en octubre del año pasado, del 3,9% al 3,7%, que luego bajó en enero al 3,5% y recientemente al 3,3%.

Pero, ¿a qué se debe este pesimismo? El FMI explica que revisar a la baja las previsiones de crecimiento es inevitable ante una serie de factores adversos, como la desaceleración de la economía china, la tensión comercial a nivel internacional, el debilitamiento de la zona euro y la vulnerabilidad de los mercados emergentes. Es más, advierte de una posible rebaja adicional considerando los muchos riesgos latentes, como el mantenimiento de la tensión comercial, la inestabilidad política en muchas naciones y las diversas situaciones que podrían alimentar la tendencia restrictiva en el mercado financiero, como la crisis fiscal en Italia, la salida sin acuerdo de Reino Unido de la Unión Europea y las políticas monetarias de Estados Unidos, que podrían normalizarse antes de lo que anticipa el mercado.

En realidad, Corea del Sur es una economía con gran dependencia del exterior y sufre un impacto directo cada vez que las previsiones de crecimiento mundial son modificadas. Así, mientras las exportaciones son el pilar que sostiene la economía nacional, los efectos negativos del retroceso de la economía mundial impactan directa e inmediatamente en el país. En todo caso, en esta ocasión el FMI decidió mantener su previsión sobre Corea, considerando que se atenúan los riesgos del conflicto comercial entre China y Estados Unidos. Así, estima que aunque la economía china bajará durante este año, el descenso será menos pronunciado que en los pronósticos previos, algo favorable para Corea del Sur cuyo mayor destino exportador es China. Asimismo, el Fondo Monetario Internacional toma muy en consideración el plan del Gobierno surcoreano de establecer un presupuesto adicional de siete billones de wones, que coincide en gran medida con la recomendación que hizo en marzo, cuando dijo que Corea del Sur necesitaría ejecutar unos gastos de hasta nueve billones de wones para lograr un crecimiento económico entre el 2,6% y el 2,7% en 2019.