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El presidente Moon Jae In criticó la decisión de Japón de excluir a Corea del Sur de su lista blanca de países fiables para exportar, describiéndola como imprudente e insensata. Censuró que es una decisión que pasa por alto todo esfuerzos por solucionar los problemas por medios diplomáticos y que agrava la situación, y advirtió de que la responsabilidad sobre todo lo que pueda venir en adelante la tendrá el gabinete de Tokio.

El Consejo de Ministros japonés aprobó el 2 de agosto en una reunión encabezada por el primer ministro Shinzo Abe, la reforma de la Orden de control de las exportaciones y del comercio cuyo eje central es excluir a Corea del Sur de la lista blanca de países fiables para exportar. Esta lista del Gobierno japonés simplifica los procedimientos para la exportación de bienes estratégicos y susceptibles, para la que por norma todo exportador debe obtener un permiso extra de las autoridades competentes. Sin embargo, si los productos son enviados a naciones incluidas en dicha lista, a las que el gabinete de Tokio considera “fidedignas”, solo es necesario recibir permiso una vez cada tres años y la tramitar la exportación es mucho más simple, Sin embargo, Corea del Sur ahora está fuera de ese grupo de países fiables para exportar y esta es la primera exclusión desde el establecimiento de tal lista blanca, en la que hasta antes del día 2 figuraban 27 estados -incluyendo Corea del Sur-. Algunos de ellos son Estados Unidos, Reino Unido, Argentina, Australia y Nueva Zelanda.

La reforma entrará en vigor 21 días después de ser firmado por el ministro japonés de Economía e Industria, Hiroshige Seko, y el primer ministro Shinzo Abe, y una vez promulgada oficialmente. Al respecto, Seko avanzó en rueda de prensa justo después de la reunión del Consejo de Ministros, que promulgará la reforma el día 7 y que esta cobrará efecto a partir del 28 de agosto.

Por lo pronto, se vaticina que la exclusión de Corea de la lista blanca del gabinete de Tokio afectará seriamente al comercio entre ambos países, ya que las exportaciones japonesas hacia el mercado surcoreano de casi todos los productos –excepto alimentos y madera- necesitarán permisos añadidos. Esto en principio, y como alega Japón, no supone ningún impedimento, ya que si los bienes a enviar no son dudosos  ni presentan problemas, los permisos serán emitidos. Sin embargo, dicho de otro modo, esto implica que en cualquier momento las autoridades niponas podrán rechazar otorgar esos permisos, en caso de evaluar que los productos de exportación pueden ser usados con fines militares, aunque esa evaluación sea totalmente arbitraria y subjetiva.

La explicación de Japón sobre la exclusión de Corea de la lista blanca es que es una medida interna para reforzar el control sobre el comercio de bienes estratégicos y por ende no tiene nada que ver con los dictámenes emitidos por el Tribunal Supremo surcoreano contra varias de sus empresas que cometieron movilización forzosa y explotación de obreros durante el periodo colonial. No obstante, la conducta que ha venido mostrando Tokio al rechazar toda propuesta de conciliación y solución diplomática, delata que en efecto se trata de una represalia.

En este panorama, el presidente surcoreano Moon Jae In se comprometió a ofrecer todo el apoyo posible a los sectores que pudieran verse afectados por las medidas del país vecino; mientras que el vice primer ministro de Economía, Hong Nam Ki, anticipó en un anuncio urgente que Seúl también iniciar el proceso necesario para excluir a Japón de su lista blanca con el fin de reforzar el control interno de las exportaciones. Detalló que empezará por aquellos sectores más íntimamente relacionados con la seguridad de los ciudadanos nacionales, como turismo, alimentos y desechos. Asimismo, otras contramedidas que Seúl podría adoptar son denunciar el caso ante la Organización Mundial del Comercio, suspender el Acuerdo General de Seguridad de la Información Militar Corea-Japón o aplicar restricciones comerciales equivalentes.