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El test de triatlón realizado de cara a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020 quejó cojo al cancelarse la prueba de natación debido a un alto nivel de bacterias en el agua. Esto ocurrió en la Copa Mundial de Paratriatlón, celebrada para revisar los preparativos para las olimpiadas del próximo año, después de que los organizadores evaluaran las aguas de la playa de Odaiba como no aptas para pruebas deportivas. La mala calidad del agua tiene que ver con la cantidad de bacterias que detectaron duplican el máximo permitido por la Unión Internacional de Triatlón. En realidad, las preocupación por la dudosa calidad de las aguas se plantearon ya cuando la playa de Odaiba fue elegida como lugar para las pruebas olímpicas y paralímpicas de triatlón y recientemente, el 11 de agosto, los nadadores que participaron en una competición de aguas abiertas organizada allí, se quejaron del mal olor, así como de la gran cantidad de impurezas en el agua. 

Al respecto, las autoridades de la Federación de Triatlón de Japón explicaron que la mala calidad del agua es el resultado de la acumulación de una serie de factores adversos, como la llegada de tifones al archipiélano nipón, las lluvias y las corrientes marinas, y prometieron tomar medidas inmediatas para solucionar el problema. La incógnita, sin embargo, es si podrán limpiar las aguas de Odaiba hasta un nivel satisfactorio en los apenas once meses que queda para la inauguración de los Juegos Olímpicos.