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El día 19 se televisó en vivo un debate abierto del presidente con el pueblo, donde el mandatario tuvo ocasión, por primera vez, de escuchar directamente las opiniones y los comentarios de los ciudadanos y de responder a sus dudas sobre la gestión gubernamental. El programa, originalmente estaba previsto para una hora y cuarenta minutos, sin embargo duró 117 minutos pues desarrolló sin guion ni orden preestablecido de preguntas.

En detalle, el Debate del presidente con el pueblo contó con la participación del presidente Moon Jae In y de un panel formado por 300 ciudadanos elegidos al azar de entre aproximadamente 16.000 solicitantes. En este ambiente, el mandatario contestó a las preguntas que le hicieron 17 de los integrantes del panel presente en el estudio de television y tres recibidas en tiempo real mediante un foro online. Desde el panel se dirigieron al presidente personas de diferentes edades, clases y grupos sociales, como un docente especializado en educación multicultural, alumnos de secundaria, bachillerato y universidad, un microcomerciante, una persona con discapacidad, una madre trabajadora, un jornalero y un desertor norcoreano. Sus preguntas versaron sobre diversos temas, desde los escándalos en torno al exministro de Justicia y la paz en la península coreana, hasta las dificultades de los microcomerciantes y trabajadores provisionales, la inestabilidad del mercado inmobiliario y la vida de los hogares multiétnicos.

Respecto a la situación de la península coreana, el presidente expresó optimismo e inquietud a la vez, y anticipó que de celebrarse una tercera cumbre entre Corea del Norte y Estados Unidos, resultados palpables y permitirá avances en las relaciones intercoreanas; aunque también admitió que siempre existe la posibilidad de que el ambiente de paz se desmorone y resurja el antagonismo del pasado. Al respecto, destacó como imperativo mantener el clima de diálogo que aún prevalece. Mientras, el presidente se mostró confiado al comentar sobre el mercado inmobiliario cuando dijo que tiene la seguridad de poder estabilizar los precios de la vivienda y del alquiler durante su mandato.

En general, la evaluación sobre este primer Debate del presidente con el pueblo es positiva, si bien la oposición hizo duras críticas, al describirlo como un “espectáculo político” creado de cara a las elecciones generales de 2020.