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Corea del Sur y China conmemoraron esta semana el 28º aniversario del establecimiento de lazos diplomáticos. Exactamente, el 24 de agosto se cumplieron 28 años de relaciones entre ambas naciones, que en casi tres décadas se convirtieron en buenos vecinos y lograron intensificar los intercambios a todos los niveles, al tiempo de aumentar en unas cuarenta veces el comercio bilateral.

Corea del Sur y China establecieron lazos diplomáticos en 1992, cuando los entonces ministros de Exteriores Lee Sang Ok y Qian Qichen emitieron - el 24 de agosto de ese año- la Declaración Conjunta sobre Relaciones Diplomáticas entre la República de Corea y la República Popular China. Esa declaración llegó tras una larga historia de antagonismo iniciada en 1950, cuando el gigante asiático apoyó a Corea del Norte en la Guerra de Corea. A partir de ese conflicto bélico, los intercambios entre Corea del Sur y China quedaron bloqueados, y entre ambos solamente había actividades comerciales indirectas, mediante terceros países, en la década de 1970.

Un suceso que marcó un punto de inflexión, y que cambió las relaciones Corea-China, fue el secuestro de un avión civil chino y el aterrizaje que este realizó por accidente en territorio surcoreano en mayo de 1983. Ese incidente sirvió para activar la cooperación entre ambos gobiernos, y desde entonces la comunicación entre Seúl y Beijing comenzó a ser más fluida. Por supuesto, antes del establecimiento oficial de relaciones diplomáticas, hubo diversos esfuerzos para lograr un mayor acercamiento, como la participación de China en los Juegos Asiáticos de 1986 y en los Juegos Olímpicos de 1988, ambos celebrados en Corea del Sur, y la instalación recíproca en 1990 de oficinas de representación comercial, que también desempeñaban funciones consulares.

Durante los últimos treinta años, las relaciones entre Corea del Sur y China progresaron vertiginosamente. En particular, el comercio creció a pasos gigantescos, a tal punto de pasar de un volumen de 6.380 millones de dólares en 1992, a 243.400 millones de dólares en 2019, multiplicándose por 38. Este intercambio trajo mutuos beneficios, mientras los bienes intermedios y de capital exportados por Corea ayudaban a China en su desarrollo económico, y China se consolidaba como uno de los frentes más activos del comercio exterior surcoreano.

Los intercambios socioculturales y del sector privado también aumentaron significativamente, gracias sobre todo al Hallyu y la popularidad de artistas y contenidos culturales de Corea entre el público chino, así como al subsiguiente crecimiento del turismo.

Sin embargo, en años recientes, las relaciones sino-coreanas se han visto obstaculizadas por un hecho concreto: la instalación del sistema antimisiles estadounidense THAAD en territorio surcoreano y el rechazo de Beijing a esa medida, que en represalia bloqueó la entrada en su mercado de productos y contenidos culturales de Corea del Sur, además de prohibir a sus ciudadanos viajar a este país.

Hablando con franqueza, dicho problema no está resuelto todavía al cien por cien, pero en todo caso se prevé que tarde o temprano se resolverá, considerando la importancia estratégica de China para Corea del Sur, y viceversa.