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El presidente Moon Jae In regresó el lunes 23 de mayo de su viaje a Estados Unidos, que duró tres noches y cinco días, y culminó en importantes avances para la cooperación en vacunas, el proceso de desnuclearización y paz de la península coreana, la alianza económica y la soberanía nacional en materia de misiles. Sin duda, los resultados de la visita presidencial son mejores de lo esperado, pero también hay quien señala que para que esos acuerdos y los compromisos se traduzcan en algo real y palpable, deben ir acompañados de acciones concretas, ante las no pocas las tareas que acometer.

Lo más destacable de la declaración conjunta emitida por los presidentes Moon Jae In y Joe Biden tras la cumbre bilateral, es que proclamaron cooperar en producción y distribución global de vacunas, además del ofrecimiento del mandatario estadounidense vacunas para los soldados de las Fuerzas Armadas surcoreanas. En este sentido, destacan los contratos a nivel privado, como el firmado entre Samsung Biologics y Moderna, por el que la firma surcoreana se encargará de envasar las vacunas del laboratorio estadounidense en viales y de su distribución, desde Corea hacia el mundo.

También reforzarán la cooperación es el ámbito científico-tecnológico, en particular sobre comunicación móvil 5G y 6G, industria espacial y energía nuclear. Al ser campos relativamente nuevos, se dice que el viaje presidencial abrió nuevos horizontes para la alianza económica entre Corea del Sur y Estados Unidos.

En lo que a seguridad se refiere, Biden reafirmó en la declaración conjunta la promesa defender Corea del Sur. Sin embargo, el punto más llamativo fue el anuncio de los líderes sobre suspender las pautas sobre misiles que actualmente operan entre ambos países, instauradas en su día con el propósito de frenar la carrera armamentística en el nordeste asiático, limitando el alcance de misiles y el peso de las ojivas de los programas de desarrollo balístico de Corea del Sur. Eso implica que, más de cuatro décadas después, Corea del Sur recuperará la “soberanía balística”, y podrá promover con libertad el desarrollo de cohetes espaciales.

Finalmente, en cuanto a asuntos de la península coreana, Moon y Biden reconocieron la necesidad de impulsar el diálogo en base a logros anteriores, como la Declaración de Panmunjeom emitida por los líderes de las dos Coreas y el acuerdo de Singapur, establecido durante la primera cumbre entre Estados Unidos y Corea del Norte, entre el entonces presidente estadounidense Donald Trump y el dirigente norcoreano Kim Jong Un.