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No hay noticias de la llegada de un nuevo embajador de Estados Unidos en Corea del Sur, cargo que permanece vacante por once meses desde que Harry Harris dejara el puesto por el cambio de presidente de Donald Trump a Joe Biden el pasado enero. Actualmente ejerce como embajador interino el subjefe de la delegación diplomática estadounidense en Seúl, Chris Del Corso.

En realidad, que la Embajada de Estados Unidos lleve sin titular por un cambio de presidente no es inusual, pues los trámites que sigue el país norteamericano para designar embajador son largos y complicados, al incluir desde la elección del candidato y las audiencias para su evaluación, hasta la votación del Senado y finalmente el otorgamiento de las cartas credenciales. De hecho, el último embajador estadounidense en Seúl, Harry Harris, llegó en julio de 2018, año y medio después de que su predecesor Mark Lippert, nombrado por Barack Obama, dejara el cargo.

Considerando ese precedente, lo que más inquieta es que apenas siquiera noticias del posible nombramiento a embajador estadounidense en Corea del Sur, pese a no existir motivos que impidan la designación de uno nuevo. Algunos interpretan esta dilación como un reflejo de los cambios en la política de Washington hacia el Indo-Pacífico, donde Corea del Sur podría tener menos protagonismo que antes. Como argumento destacan que el Ejecutivo de Biden ya nombró a sus embajadores para China, Japón y Australia, pero no hay siquiera rumores de un posible candidato a máximo representante diplomático en Corea del Sur.

Pero algo a tener en cuenta es que esa preocupación no solo se da en Corea, sino también entre la clase política estadounidense, que insiste en la necesidad de nombrar cuanto antes un embajador para mantener un nivel óptimo en las relaciones entre Seúl y Washington. Aunque considerando que Biden también demora el nombramiento de nuevos embajadores en otras naciones, como Reino Unido, Italia, Brasil, Arabia Saudí y la ASEAN (Asociación de Naciones del Sureste Asiático), la dilación en el proceso de designación de su representante diplomático en Corea del Sur puede ser una mera cuestión de protocolo.

Así las cosas, se estima difícil que Seúl cuente con un nuevo embajador de Estados Unidos antes de las elecciones presidenciales de Corea de marzo de 2022.