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Han pasado seis meses desde que el Gobierno anunciara el pasado 13 de septiembre una serie de medidas para estabilizar el mercado inmobiliario, tales como endurecer los préstamos para vivienda y recortes de beneficios tributarios. El endurecimiento de esas normas ha ayudado a calmar el recalentamiento del sector de bienes inmuebles, pero al caer la compraventa de viviendas, el mercado inmobiliario se ha congelado. El índice de ventas de viviendas mide las variaciones de oferta del mercado inmobiliario. Si supera los 100 puntos, implica un ciclo positivo, si bien, en el último sondeo cayó a 63 puntos, ante las bajas expectativas sobre evolución del sector de bienes inmuebles. La compraventa de viviendas también disminuyó de manera notable. El pasado septiembre se registraron un total de 19.000 operaciones inmobiliarias en Seúl, cifra que cayó hasta 6.040 en enero de este año. En tanto, a nivel nacional, la compraventa de viviendas bajó de 70.000 a 50.000 transacciones en el mismo periodo. Las normas más estrictas para la concesión de hipotecas y la estrategia de potenciales compradores de esperar a que el precio baje, han llevado al mercado inmobiliario a perder dinamismo en los últimos meses. Además, tanto la compraventa como el jeonse o alquiler por depósito a largo plazo tienden a la baja, mostrando una tendencia apenas vista hasta la fecha. Según la Junta de Evaluación de Corea (KAB), el precio del jeonse de los apartamentos de Seúl bajó por décimo novena semana consecutiva, sobre todo por la sobreoferta de viviendas. 

El mercado de bienes raíces, que hasta hace seis meses estaba sobrecalentado, muestra en estos días señales de enfriamiento gracias a las medidas gubernamentales anunciadas el 13 de septiembre pasado. No obstante, los expertos advierten que es demasiado pronto para hablar de estabilidad total, pese al descenso de precios en Seúl, pues esa reducción no es percibida por los ciudadanos. De hecho, han bajado bastante los precios de las viviendas en las llamadas “zonas de especulación inmobiliaria”. Pero al considerar que el Gobierno podría lanzar una nueva serie de medidas para estabilizar el mercado, los potenciales compradores se muestran prudentes y están a la expectativa.