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2024-04-12
El gobierno estadounidense presiona a sus países aliados para que no negocien con el gigante tecnológico chino Huawei, mientras que Beijing en respuesta dijo que no pensaba quedarse de brazos cruzados y ha anunciado que tomará represalias. La escalada de tensión comercial entre las dos economías más grandes del mundo está poniendo al sector empresarial surcoreano entre la espada y la pared. Donald Trump firmó el 15 de mayo una orden ejecutiva prohibiendo que las compañías estadounidenses utilicen equipos de telecomunicaciones de firmas extranjeras que representen un riesgo para la seguridad nacional. Un día después, el Departamento de Comercio de Estados Unidos incluyó a Huawei y a 70 filiales en su lista negra comercial. El enfrentamiento entre las dos mayores economías del mundo va ahora más allá del ámbito comercial, y han pasado a competir por supremacía económica, tecnológica y militar a nivel global. Esa situación presiona a la industria coreana a elegir un bando. Corea del Sur puede volver a quedar en medio del fuego cruzado de las dos mayores potencias mundiales, al igual que le pasó hace no mucho con la instalación del sistema antimisiles THAAD en territorio surcoreano. Estados Unidos y China son los principales socios comerciales de Corea, y representan casi un 40% del total de las exportaciones del país. Además, China es el mayor comprador de semiconductores de Corea, pues absorbe un 78% de las exportaciones coreanas de ese sector. Sin duda, la presión estadounidense de no usar equipos y componentes de Huawei representa una gran carga para el sector empresarial coreano.
El veto de Estados Unidos contra Huawei es una oportunidad para rivales como Samsung, Nokia y Ericsson de ocupar su puesto. Samsung pretende lograr una cuota del 20% del mercado global en equipos 5G para 2020 y seguir a la cabeza en smartphones. En este sentido, la incipiente guerra tecnológica entre ambas potencias mundiales podría favorecer a corto plazo a Corea, pero de prolongarse, es probable que afecte de manera negativa a la industria del país en general, al provocar el descenso de demanda y precios de semiconductores, y retrasar los planes de desarrollo de las redes 5G. El mejor desenlace posible sería que Trump y Xi Jinping llegasen a un acuerdo para poner fin a la guerra comercial durante la cumbre del G20, a celebrar a fin de junio en Japón, aunque por el momento las expectativas son bajas.
2024-04-12
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