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Las tensiones entre Seúl y Tokio se han intensificado a raíz de la entrada en vigor a principios de julio de unas restricciones comerciales de Japón, consideradas como medidas de represalia, sobre varios materiales esenciales para el sector de semiconductores de Corea. Además, las autoridades niponas han dado un paso más y han anunciado que podrían adoptar restricciones adicionales. En tanto, la Organización Mundial del Comercio abordará este espinoso tema en la reunión de su Consejo General, próxima a celebrarse entre el 23 y 24 de julio en Ginebra, Suiza. La Administración de Seúl solicitó incluir el tema de las restricciones de Japón en la agenda del Consejo General de la OMC. Para Corea tiene en sí un significado importante, pues será una buena oportunidad para dar a conocer a la comunidad internacional el endurecimiento de las normas de Japón para las exportaciones con destino a Corea. Se prevé que las autoridades coreanas enfaticen las consecuencias negativas derivadas de la medida unilateral de Japón y traten de conseguir el asentamiento internacional. Por su lado, Japón podría insistir en su postura y argumentar motivos de seguridad nacional.

Por otro lado, los planes actuales de Japón de excluir a Corea de su lista blanca de países aliados, aquellos que Japón considera confiables y por tanto se benefician de un procedimiento de exportación simple y flexible de materiales, incluidos aquellos con posibles aplicaciones militares, se está convirtiendo en una gran preocupación para la economía coreana. Si Corea sale de la lista blanca, los fabricantes japoneses de materiales estratégicos deberán de obtener la aprobación de las autoridades pertinentes cada vez que quieran exportar al mercado surcoreano. Si bien las primeras represalias comerciales apuntaban contra los semiconductores, sector clave de la economía coreana, si Japón excluye a Corea de su lista blanca, dicha medida afectará a toda la industria en general. El déficit comercial acumulado de Corea con Japón asciende a un total de 604.600 millones de dólares desde 1965. En otras palabras, Corea lleva más de cinco décadas importando gran cantidad de bienes de Japón. Motivo por el cual, el veto de las exportaciones a Corea es una drástica medida que perjudica a la economía de ambos países. La administración de Moon, busca paliar el conflicto comercial en el escenario internacional en la próxima reunión de la OMC, al tiempo de insistir a Japón de retomar el diálogo.