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Las incertidumbres en torno a la guerra comercial entre Washington y Beijing y las represalias de Tokio contra Seúl, oscurecen el horizonte económico del país. A lo anterior se suman otros factores externos como los aranceles antidumping de Estados Unidos sobre los tubos de acero de Corea y los pronunciamientos de Donald Trump acerca de la necesidad de cambiar la forma de clasificación de los países en desarrollo de la Organización Mundial del Comercio (OMC). 

Estados Unidos determinó que se ha producido lo que se conoce como una situación particular del mercado y ha concluido que Corea exporta “a pérdida” tubos de acero de gran diámetro a su país. El Departamento de Comercio de Estados Unidos decidió en julio imponer aranceles antidumping de hasta 39% sobre los tubos de acero utilizados en oleoductos procedentes de Corea. Se prevé que las recientes medidas de Estados Unidos supongan una mayor carga para las siderúrgicas medianas, que son los principales productores de tuberías. Por otro lado, el presidente Donald Trump ordenó el 26 de julio al representante de Comercio de Estados Unidos para que tome todas las medidas necesarias con el fin de evitar que algunas economías avanzadas sigan siendo designadas como países en desarrollo y evitar las normas de la OMC al recibir un trato preferencial. Aunque la amenaza de Trump va dirigida a China, también mencionó a otras naciones en una situación similar como Corea del Sur, México y Turquía, miembros del G20 y de la OCDE. Actualmente, Corea goza de las ventajas del estatus de “país en desarrollo” de la OMC solo en la categoría de agricultura, por lo que puede imponer un arancel superior del 500% a las importaciones de arroz procedentes del extranjero para proteger de esta manera el sector agrícola del país. Motivo por el cual crece la preocupación de perder estos privilegios si el país deja de ser considerado como en desarrollo. En medio de la guerra comercial entre Estados Unidos y China y bajo las represalias de Japón contra Corea, la economía coreana aún encara fuertes vientos en contra. El índice coincidente y adelantado, indicador que refleja las condiciones actuales y futuras del ciclo económico, registró el primer retroceso en tres meses, lo que demuestra que la economía no está mejorando.