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El Gobierno de Japón excluyó el 28 de agosto a Corea del Sur de su lista blanca, tal como había anunciado. La medida, considerada como de represalia por parte de Seúl, es la segunda aplicada por Tokio tras la decisión adoptada en julio de restringir la autorización a la exportación de tres materiales claves para el sector de semiconductores de Corea. Tras eliminar a Corea de la lista blanca, la mayoría de los bienes de Japón, a excepción de los productos agrícolas y de madera, tendrán que pasar por una más rigurosa evaluación para poder ser exportados al mercado surcoreano. En concreto, unos 1.120 artículos considerados como estratégicos precisarán autorización del Gobierno japonés cada seis meses para ser exportados a Corea, en vez de los tres años del sistema anterior; mientras que el proceso de evaluación -que solía durar una semana- podrá alargarse hasta noventa días. Asimismo, podrá realizar controles generales sobre determinados productos considerados como no estratégicos, si considera que pueden ser o han sido usados con fines militares. En otras palabras, la mayor parte de los envíos a Corea estarán sujetos a un control más estricto de ahora en adelante.

Según un sondeo realizado entre 1.000 empresas por parte del Instituto de Investigación Económica de Corea, los encuestados pronostican que las ventas y los beneficios operativos caerán un 2,8% y 1,9% respectivamente, a raíz de las medidas de represalia de Japón. Se proyecta que los sectores más perjudicados serán el automovilístico, los astilleros y baterías, puesto que poseen alta dependencia de materiales y equipos del país insular. Así, si no llegan a tiempo, inevitablemente surgirán demoras y problemas en la producción. El problema radica en que Tokio puede tomar represalias adicionales contra Seúl en el plano económico y de seguridad. Ante este escenario, el Gobierno de Corea ha anunciado una serie de medidas para mitigar la dependencia tecnológica con Japón, al tiempo de fortalecer la competitividad del sector de componentes y materiales del país. Al respecto, han seleccionado 159 artículos de alta tecnología para promover su desarrollo. Además, la Administración de Moon invertirá 5 billones de wones entre 2020 y 2022, los próximos tres años, en desarrollo e investigación de piezas y materiales. Pese a todo, algunos expertos señalan que la situación actual puede ser una buena oportunidad para impulsar el desarrollo tecnológico del país.