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El mundo tiene la mirada puesta en la Reserva Federal de Estados Unidos, cuyo comité monetario se reunirá los días 17 y 18 de septiembre con objeto de tomar una nueva decisión sobre la tasa de interés. Dicha entidad ya redujo 0,25 puntos porcentuales el tipo de interés en julio, un pequeño ajuste considerando que se pronosticaba un recorte de medio punto porcentual. Así dejó abierta la posibilidad de una rebaja adicional en septiembre, y por tanto los mercados globales aguardan expectantes el próximo rumbo monetario de la Fed, ya que su decisión será clave para la economía estadounidense y también para el resto del mundo. Ese recorte de tipos de interés en julio fue el primero en diez años y siete meses, marcando el fin de una era de aumentos. La Fed dejó entrever una rebaja adicional de los tipos de interés, pero indicó que no sería el comienzo de una larga serie de recortes. Además, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, negó a principios de septiembre la posibilidad de que Estados Unidos pudiera entrar en recesión, pero reiteró su postura de actuar de manera apropiada para sostener la expansión económica de su país. Los inversores interpretan estas palabras como que la Fed podría bajar nuevamente su tasa de interés en breve. Tras la rebaja de interés en Estados Unidos en julio, varias naciones, tales como Nueva Zelanda, India y Tailandia, decidieron seguir el mismo camino. La incertidumbre generada por la guerra comercial entre Washington y Beijing, el debilitamiento de la economía china y la prolongada desaceleración económica de la eurozona, están obligando a los bancos centrales a cambiar de dirección hacia la política de flexibilización monetaria.

La Fed comenzó a finales de 2015 un proceso de normalización monetaria, subiendo los tipos en varias ocasiones desde entonces. No en vano, cerró 2018 con cuatro subidas de tipos de interés, obligando al resto del mundo a tomar el mismo camino. No obstante, al empeorar la economía, el Banco Central de Estados Unidos cambió de rumbo, decisión que también siguió el Banco de Corea en julio, al reducir por sorpresa el tipo de interés de referencia. En este contexto, si Estados Unidos baja el precio del dinero en septiembre, cabe la posibilidad de que las autoridades monetarias de Corea lo hagan también en octubre y 2019, hasta situarse por primera vez por debajo del 1%.