© Twigfarm

Twigfarm es una empresa que se fundó en febrero de 2016, pero comenzó a operar en 2015. El nombre proviene de combinar dos palabras en inglés, “ramita” y “granja”, aludiendo a su deseo de crear una plataforma donde las personas puedan cultivar sus ideas, libres de las barreras del idioma. Crear las herramientas tecnológicas necesarias para que las personas puedan hacer realidad sus ideas es el objetivo que ha querido cumplir Twigfarm desde sus inicios. Así, ha incorporado la inteligencia artificial y la participación de traductores profesionales para desarrollar una nueva solución de traducción automática. De hecho, la colaboración hombre-máquina resultó ser eficiente a la hora de traducir y superar las barreras del idioma. En concreto, ofrece una herramienta de traducción personalizada y especializada, que incorpora los datos de los usuarios, en vez de crear un traductor automático general. Así, su máquina traduce el texto y después pasa por un traductor profesional que mejora su calidad. Posteriormente, todas las traducciones son almacenadas en una base de datos que ha llamado "Diccionario traductor” que cuánto más se utiliza, más mejora su rendimiento. 

Las antiguas versiones de los traductores automáticos solían dividir las palabras y frases para interpretar léxico y significado, pero los avances de la tecnología y la llegada del deep learning de la inteligencia artificial, han permitido a las máquinas a aprender y revolucionar el estudio de la lingüística. Cuanto más datos almacenan, más naturales y precisas son las traducciones, pues además su funcionamiento imita al del cerebro humano. Sin embargo, los traductores inteligentes siguen sin poder sustituir por completo a los profesionales, al menos por ahora, por lo que Twigfarm combina ambas herramientas, es decir, máquinas y personas, para ir perfeccionando su servicio de traducción, y lograr una ventaja competitiva que ha sido reconocida también en el extranjero.

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