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La batería se ha convertido en un elemento clave para el desarrollo de los vehículos eléctricos, a tal punto que es considerada como el semiconductor y motor de crecimiento de la siguiente generación. El auge de la movilidad eléctrica ha acentuado estos días la competencia entre los grandes fabricantes de baterías y gigantes tecnológicos que luchan por liderar este mercado. Por tanto, no resulta extraño que el evento de la empresa estadounidense Tesla celebrado el 22 de septiembre (Battery Day), donde Elon Musk dio a conocer sus últimas novedades en el campo de las baterías, fuese muy seguido de cerca por el sector. Antes de la presentación de Tesla, los fabricantes surcoreanos de baterías para autos eléctricos ya habían expresado cierta preocupación, pues algunas de sus innovaciones tecnológicas podían suponer una amenaza y rivalidad directa con la empresa estadounidense. Se rumoreaba desde hace tiempo que pensaba anunciar sus propias baterías para reducir costes, y también sobre una nueva celda capaz de recorrer un millón de millas. Sin embargo, fue más bien una presentación de su hoja de ruta a largo plazo. Desde otra perspectiva, ha beneficiado a las tres principales empresas surcoreanas del sector, al constatar la dificultad de desarrollar las baterías para coches eléctricos.

En 2019 se matricularon en el mundo 2 millones de vehículos eléctricos, con un aumento interanual de entre un 25 y un 50%, y este año esa cifra pasará de 3,5 a 4 millones de unidades, llegando a 6 millones en 2021, con un significativo aumento de ventas de baterías para coches eléctricos. Los autos eléctricos siguen dependiendo de subsidios gubernamentales, pero en los próximos cinco años, se espera que sus ventas superen a las de los vehículos convencionales, incluso sin esas ayudas. La producción de baterías es un factor esencial para satisfacer la creciente demanda de vehículos eléctricos. Los fabricantes de Corea del Sur, China y Japón lideran el sector, copando más del 90% del mercado mundial. Los mayores fabricantes de Corea son: LG Chem, Samsung SDI y SK Innovation. Esas tres empresas surcoreanas sumaron un 34,5% de cuota en el primer semestre de 2020, posicionándose por delante de sus rivales chinos y japoneses. Pero no hablamos solo de Tesla. La automotriz alemana BMW también ha invertido 200 millones de euros en desarrollo de baterías los últimos cuatro años, mientras que la nipona Toyota planea hacer lo mismo y acelerar sus planes de producción. El vicepresidente ejecutivo de Hyundai Motor, Chung Eui Sun, se reunió en la primera mitad de este año con sus homólogos de Samsung, LG y SK, los tres principales fabricantes de baterías de Corea. En esta línea, aumentan las expectativas de poder ver una posible alianza entre el sector automovilístico y de baterías de Corea, que permita liderar el futuro de la movilidad sostenible.