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El candidato demócrata Joe Biden ha ganado las elecciones y se convertirá en el 46° presidente de Estados Unidos. Los expertos acogen con cautela los pronósticos de mejora de la economía coreana tras la salida de Trump, ya que las propuestas económicas del presidente electo también incluyen ideas proteccionistas y mantiene una postura firme contra China. Según varios estudios, los planes del presidente electo podrían aumentar la actividad económica y el PIB de su país un punto porcentual. Ese pronóstico es una buena noticia para Corea, pues Estados Unidos sigue siendo uno de los principales destinos de las exportaciones nacionales. Tras la llegada de Donald Trump a la presidencia en 2016, han pasado cuatro años intensos de incertidumbre y turbulencias, principalmente por la guerra comercial entre Washington y Beijing. Se espera que el Gobierno de Biden pueda dar mayor estabilidad a los mercados, factor que podría traducirse en grandes oportunidades para las empresas surcoreanas.

Los analistas coinciden en que la victoria de Joe Biden favorecerá a la economía coreana, pues se comprometió a controlar la pandemia y a impulsar el crecimiento económico con nuevos estímulos fiscales. En otras palabras, si la actividad económica de Estados Unidos va bien, eso también será positivo para el comercio internacional y para países como Corea, que poseen una alta dependencia del comercio exterior. Las recetas económicas de Trump y Biden son claramente diferentes. Durante su mandato Donald Trump optó por rebajar impuestos, anteponer los intereses de su país a los del resto, incluidos los de sus aliados tradicionales, y utilizar los aranceles como arma en las disputas comerciales. En tanto, Biden y sus asesores quieren subir los impuestos y recaudar unos 3,4 billones de dólares en un plazo de 10 años, y proponen más inversión en educación y en infraestructuras. Asimismo, se prevé que la agenda de Biden será más abierta y favorable al libre comercio. En cuanto al conflicto comercial con el gigante asiático, se espera que el presidente selecto no sea tan agresivo como Trump, pero no con drásticos cambios, pues en campaña prometió adoptar una postura firma contra China creando un frente de aliados. Ante este escenario, es probable que Seúl se vea obligado a elegir entre EEUU y China. La política de Washington hacia Corea del Norte va a cambiar, y todo indica que habrá ajustes en las negociaciones sobre desnuclearización, que tendrán un tono distinto al marcado por Trump en los últimos años. En tanto, Trump se ha negado a aceptar los resultados de las elecciones, alegando fraude electoral e interpuso varias demandas judiciales para frenar el recuento de votos. Aunque el demócrata Joe Biden ha logrado los votos necesarios para la victoria, la incertidumbre podría mantenerse pues Donald Trump prepara una ofensiva legal. Muchos analistas esperaban que la incertidumbre se despejara después de las elecciones, pero si se prolonga por más tiempo, podría afectar a los mercados negativamente.