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En septiembre se celebra Chuseok, la fiesta de la cosecha, marcada por segundo año de restricciones de COVID-19. Cuando comenzó la pandemia, a principios del año pasado, nadie imaginó que la crisis sanitaria se prolongaría tanto. Pero ¿qué impacto habrá tenido el coronavirus en el crecimiento de la economía coreana? La respuesta se puede hallar en el informe del banco central publicado el 13 de septiembre, titulado Reestimación de la tasa de crecimiento potencial de Corea en el marco del coronavirus. Según el reporte, el empleo y la producción se han visto afectados, mientras el índice de crecimiento potencial descendió a raíz de diversos factores internos y externos. Según el informe del Banco de Corea, la tasa de crecimiento potencial de Corea para 2019 y 2020 fue del 2,2%, dato que supone una caída de entre 0,3 y 0,4 puntos porcentuales respecto a las estimaciones de agosto de 2019. En tanto, para el periodo 2021 - 2022 situó el índice en el 2%, nivel considerado bastante bajo. La tasa de crecimiento potencial es una medida que indica el nivel máximo que una economía puede avanzar con el trabajo, el capital y la tecnología, entre otros factores, sin generar inflación. Es considerado como una señal de prosperidad cuando sube de nivel o de un debilitamiento de la producción cuando ocurre lo contrario. La bajada en el pronóstico de la tasa de crecimiento potencial para el 2021 y 2022 obedece en gran parte al impacto de la crisis sanitaria.

En los años 90, la tasa de crecimiento potencial de Corea superaba el 6%, pero retrocedió hasta caer al 4% en la década del 2000 y al 2% en de 2010. El constante descenso del potencial de crecimiento obedece a diversos factores, como el envejecimiento de la población y la caída de la natalidad, la crisis financiera de Asia a finales de los 90 y la crisis financiera global de 2008 y 2009. Todos estos factores han lastrado a la baja el crecimiento potencial. Preocupa que dicho indicador pueda caer más que las previsiones del Banco de Corea, ya que la cuarta ola de contagios del COVID-19 continúa propagándose. De hecho, el Fondo Monetario Internacional pronosticó una tasa menor de Corea para el periodo 2020-2022 al situarla en el 1,8%. Si bien se prevé cierta recuperación tras la pandemia, las proyecciones no son muy optimistas, sobre todo por los problemas demográficos que sufre el país. Según la Oficina Nacional de Estadísticas, la población activa, es decir, la franja de población comprendida entre los 15 y 64 años, se reducirá en 1,6 millones de personas en 2025. Por su parte, el Instituto de Finanzas de Corea vaticina que la tasa de crecimiento potencial del país retrocederá hasta el 1,57% en 2025, e incluso caerá por debajo del 1% en 2030 si la estructura económica actual se mantiene sin cambios.