Nos encontramos en el curso de guías de monumentos culturales que ofrece la Organización Coreana del Turismo en su centro de Junggu, Seúl. Dieciocho personas asisten a la clase “La fortaleza de Hanhyang en fotos”. Visitar un museo, recorrer sitios históricos o explorar un bosque, pueden ser actividades poco interesantes para muchas personas, pero con el acompañamiento de un guía, la visita se hace mucho más entretenida y útil. En estos días no hay museo o sitio turístico que no ofrezca servicio de guías, por esta razón es cada vez más reñida la competencia para entrar en los cursos de formación. Estamos familiarizados con los guías de museos y sitios históricos, pero también existen guías especializados en flora, fauna, ciencias, ecología, y también en las calles de la ciudad. En otras palabras, donde hay algo que ver y conocer, allí están los guías para enseñarnos todo lo que haya que saber sobre esos lugares. Nos encontramos en el Bosque de Seúl, que se encuentra en Ttukseom, distrito de Seongdong de Seúl. Todos los martes, miércoles y viernes se ofrecen visitas guiadas por el bosque a la mañana y a la tarde. Los grupos de visitantes están compuestos de sólo 20 personas. Durante una hora y media, un guía, que trabaja de manera totalmente voluntaria, les enseña el Bosque de Seúl, que últimamente está lleno de pimpollos y brotes verdes. El programa durante la semana está destinado sobre todo a los niños de la escuela primaria. Se les explican las características geográficas del bosque, su importancia ecológica y cuáles son las plantas y los árboles que predominan en el lugar. Mirando de cerca y tocando los árboles que la guía les presenta, los chicos van abriendo los ojos a las maravillas de la naturaleza. Los guías se sienten orgullosos de su trabajo cuando ven que, gracias a sus explicaciones, crece el interés y la curiosidad de los visitantes. Un aspecto muy positivo es que no existe una edad límite para ser guía. Por otra parte, es una labor que si bien exige continuos estudios, brinda muchas satisfacciones. Sobre todas las cocas, hace que uno gane en confianza y se sienta útil y lleno de energía. En consecuencia, hay muchas personas retiradas que eligen comenzar una segunda vida trabajando como guías voluntarios. Sin embargo, el curso completo para llegar a ser guía no es fácil. Por ejemplo, para llegar a ser guía de la Fortaleza de Hanyang, hay que tener antecedentes previos que demuestren que se tiene conocimiento de la ciudad. Hay que asistir a 24 clases, que se dividen en teóricas, prácticas y de campo, que suman en total 70 horas. En las clases, no sólo se aprende sobre la historia y la cultura de la antigua Seúl; sino que también ofrecen técnicas de oratoria y narración, así como primeros auxilios. Por último, hay que pasar un examen y también un período de prácticas para poder obtener el certificado de guía.