Desde el pasado 6 de mayo y hasta diciembre de este año se presenta al público el musical “Yun Dong Ju le dispara a la luna” en el Centro de las Artes de Seúl. Cuando se levanta el telón, se ve una calle de Seúl de los años 30, con el Colegio Profesional Yeonhee, el tranvía y la torre de una iglesia al fondo. La obra “Yun Dong Ju le dispara a la luna” trata la vida del poeta desde el año 1938, cuando estudiaba en el Colegio Profesional Yeonhee, que es el antecedente de la Universidad Yonsei, hasta 1945, cuando fue muerto a manos de los japoneses. El alma del poeta, llena de conciencia de sí mismo y vergüenza, se expresa escenográficamente a través de una luz azulada y la luna en el cielo. Al mismo tiempo que expresa su corazón y lo acompaña en sus noches pensativas, la luna representa también el peso de la dominación japonesa sobre Joseon. Por otra parte, el Museo Literario de Yun Dong Ju, que fue inaugurado en julio del año pasado, ya fue visitado por 35.000 personas. El Museo se encuentra en las laderas del monte Inwangsan, en Seúl, en lo alto de la colina que lleva el nombre del poeta. En 1938 Yun Dong Ju era estudiante y vivía en esta colina del monte Inwang, donde se inspiró para escribir buena parte de su producción poética. El Museo Literario Yun Dong Ju no es una construcción nueva sino que es una vieja instalación industrial que se remodeló como museo. Por esta razón, el edificio, pintado de blanco, luce sencillo y sincero como la poesía de Yun Dong Ju. En la Sala 1 se puede conocer la vida y el mundo poético de Yun Dong Ju a través de fotos y de escritos de puño y letra que se han conservado del poeta. La corta vida de 27 años de Yun Dong Ju estuvo plagada de momentos difíciles. Cuando era sólo un adolescente tuvo que dejar el colegio secundario al que asistía por negarse a rendir culto en un templo sintoísta japonés. Para poder ir a estudiar a Japón, tuvo que cambiar su nombre coreano por otro nipón. Y después de ser arrestado como activista político en ese país, murió en medio de horribles torturas, pues fue víctima de diversos experimentos médicos que se efectuaron sobre su persona. En todos los momentos duros de su vida, escribió poemas, como una forma de superar el dolor. Al empujar una puerta de hierro que hay en la sala 1, salimos a un patio cuadrado de paredes altísimas y abierto al cielo. Se ve el cielo, se van pasar las nubes y se puede sentir la brisa. Es como si miráramos hacia arriba desde el fondo del pozo que aparece en el poema “Autorretrato”. En una de las paredes se ve una pesada puerta negra de hierro. Al empujarla, nos encontramos con la Sala 3, que recrea la celda de Fukuoka donde en febrero de 1945 murió el poeta. Ahí los visitantes ven un documental de 12 minutos de duración sobre la vida y el mundo poético de Yun Dong Ju.