Caen las sombras en el barrio de Insadong de Seúl y una luna de suave brillo ilumina el cielo nocturno. Entonces, el melancólico sonido de una flauta de bambú daegeum rompe el silencio... Este evento en donde el sonido de los instrumentos tradicionales borra de un plumazo el ajetreo de Seúl es el Concierto a la Luz de la Luna en un Hanok de Insadong. Estos conciertos nocturnos se ofrecen todos los primer y tercer viernes a las 7 de la tarde en Euihwaheon, que es la casa tradicional en donde funciona el Centro de Relaciones Públicas de Insadong. El hecho de que el concierto se ofrezca en una casa tradicional es ya de por sí novedoso y atractivo, pero lo es más porque no se trata de un hanok común y corriente. En ese lugar vivió el príncipe Euichin, que era el quinto hijo varón del rey Gojong y el príncipe que iba a suceder a su padre. Sin embargo, como el príncipe Euichin era un independentista confeso, los japoneses eligieron a su hermano menor, Yeongchin, como heredero del trono. La casa tiene una superficie de 132m2 y se utilizaron tejas y vigas muy vistosas. El mismo barrio de Insadong ha sido desde siempre un lugar emblemático de la cultura tradicional coreana. Insadong fue una zona central desde los tiempos antiguos, como lo prueba el hecho de que se encontrara dentro de las murallas de la ciudad. Además del príncipe Euichin, vivieron muchas princesas y miembros de la familia real, pues fue desde siempre un barrio habitado por nobles y eruditos. Además, en el barrio adyacente de Anguk-dong, enfrente del templo Jogyesa, se encontraba el Dohwaseo, que durante 500 años fue el órgano en donde se formaron y trabajaron los pintores de la casa real. Es por eso que aún hoy en día hay tantas galerías de arte y tiendas de antigüedades en Insadong y las zonas aledañas. Con el comienzo de los Conciertos a la Luz de la Luna en un Hanok de Insadong el pasado mes de abril, la cultura tradicional que se disfrutaba con los ojos en las calles y tiendas de Insadong, ahora se puede disfrutar también con los oídos. Aunque afuera sea pleno siglo XXI, en el interior de una casa tradicional sigue siendo siglo XIX. La luna y las estrellas parecen haberse quedado encerradas en el rectángulo de los aleros. Además de la música, se ofrecen explicaciones en coreano, inglés, japonés y chino. Gracias a que el concierto es íntimo y se ofrece este servicio en varios idiomas, los presentes no solo pueden conocer la música tradicional, sino también aprender mucho sobre ella. La mejor manera de cerrar con broche de oro una tarde de visita por las calles de Insadong, donde aún vibra la cultura tradicional de ataño, es asistiendo a un concierto de música tradicional bajo la luna que se celebra en el patio de una histórica casa tradicional. Gracias a estos conciertos, Insadong es bella tanto de día como de noche.