En Paju, la meca editorial de Corea, se está llevando a cabo en estos momentos el Festival Paju Booksori, que es el festival del libro más grande del país. El año pasado atrajo a 450 mil visitantes y se estima que este año serán muchos más. Sólo durante el mes de septiembre, en Corea se llevaron a cabo alrededor de 6.700 eventos relacionados con los libros y literatura. Esto es porque el otoño está considerado como la estación ideal para la lectura. El pasado 14 de septiembre se llevó a cabo en la Biblioteca Namsan de Seúl un evento que aunaba música y literatura. Este encuentro, llamado “Concierto de literatura”, consistía en la lectura de obras literiaras con interpretación musical de fondo. La música hace más intensos los sentimientos que evoca un libro, por eso, probablemente ésta sea la forma más romántica de leer. La fabricación de libros troquelados para niños fue una de las actividades del Festival del Libro que se llevó a cabo en septiembre en Seodaemun. También hubo encuentros entre público y autores, mercadillos de libros usados, conciertos, etc. Antes este tipo de actividades consistía solamente en una exposición de libros; pero ahora los festivales de libros se caracterizan por su variedad. Realizan obras teatrales para niños en la zona de libros infantiles, invitan a cantantes para dar recitales, etc. Todas estas actividades tienen como punto en común promocionar el interés por los libros y la lectura. Uno de los programas más llamativos fue el Book Concert, el “Concierto de libros”. Ese día acudió como invitado el conocido dibujante Park Jae Dong, quien dio una charla sobre cómo se convirtió en el caricaturista político más famoso de Corea. En la Biblioteca Públioca del Distrito de Jongno de Seúl, un grupo de niños de primaria se encuentra reunido para hacer un “periódico literario”.



Tomando como tema los libros que han leído, los niños escriben artículos imaginando que entrevistan a los protagonistas, o dando su parecer sobre las obras. Otro programa consiste en enseñar a los niños a disfrutar y descubrir el valor que tienen las obras incluidas en sus programas de estudio. Mediante estos cursos, los libros dejan de ser únicamente contenidos de exámenes, para convertirse en lecturas para disfrutar y reflexionar. Los voluntarios de la Biblioteca Braille de Seongbuk, graban libros para que los invidentes tengan un acceso más fácil a las publicaciones. Es un hermoso trabajo para los amantes de los libros, pues pueden dedicarse a leer y al mismo tiempo ayudar a los demás. Con el comienzo de la era de los medios masivos de comunicación, y posteriormente de la era digital, muchos auguraron el fin de los libros. Sin embargo, los libros siguen siendo un pilar de la cultura, aunque ahora ya no sean solo de papel, sino también digitales. Aunque hayan cambiado de formato, los libros siguen siendo los depositarios del saber y el conocimiento humano.